domingo, 3 de junio de 2012

Edición de la Memoria de las I Jornadas Conferencia sobre Economía Alternativa CNT

Traslado la publicación de la memoria de las jornadas sobre Economía Alternativa de CNT.


Edición de la Memoria de las I Jornadas Conferencia sobre Economía Alternativa CNT

La edición de esta Memoria es el resultado del trabajo colectivo de militantes, sindicatos y proyectos de economía alternativa-autogestionaria, que dimos cuerpo y contenido a las I Jornadas/Conferencia de Economía Alternativa organizadas por la Confederación Nacional del Trabajo los días 9, 10 y 11 de diciembre de 2011 en Villaverde Alto, Madrid.

Una veintena de proyectos, quince sindicatos y decenas de militantes hicieron realidad estas Jornadas, que tenían como objetivo proporcionar visibilidad a los proyectos de economía autogestionaria alternativa y a los sindicatos de la CNT. ¿El objetivo? Intercambiar información y propuestas, debatir, analizar y extraer conclusiones desde lo colectivo. En definitiva, dotarnos, de este modo, de un amplio abanico de experiencias y análisis enfocados a fortalecer la formación, el aprendizaje y las relaciones colectivas en este ámbito, el de la economía autogestionaria. Un campo en el que las relaciones en red y el apoyo mutuo potencian la viabilidad y la permanencia de los proyectos; así como la progresiva configuración de una alternativa real que nos permita caminar hacia la ruptura con las relaciones económicas capitalistas (producción-distribución-consumo) impuestas, para extender e incrementar su incidencia y participación desde la premisa del colectivismo, la autogestión y la propuesta anarcosindicalista y libertaria.

miércoles, 30 de mayo de 2012

"La patronal y el Estado ya se pueden ir preparando porque vamos a por ellos y sus privilegios". Entrevista a Lluís Rodríguez del ICEA

En el nº60 del periódico Contramarcha (mayo de 2012) -órgano de expresión de la Sección Sindical de Metro en Madrid del Sindicato Solidaridad Obrera-, se ha publicado una entrevista al miembro de ICEA, Lluís Rodríguez. Por razones de espacio se publicó solamente una parte de la entrevista en la edición en papel, por lo que a continuación ofrecemos la versión completa de la misma.

Contramarcha- Primero haznos una pequeña presentación tuya, contándonos a que te dedicas y qué es eso del ICEA.

Lluís- Pues bien, me llamo Lluís Rodríguez Algans, nací en la capital de una bonita comarca del norte de Catalunya (Figueres, 1980) y desde hace unos años vivo y trabajo en Barcelona. Soy economista y me estoy especializando académicamente en economía y sociología laboral. Políticamente me considero anarquista y como trabajador estoy afiliado desde hace una década a la central anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo (CNT). En el plano profesional, actualmente tengo la suerte de trabajar como economista asesor laboral en apoyo a trabajadores y trabajadoras. en la lucha por mejorar nuestras condiciones de trabajo y vida, así como para enfrentarnos a quienes quieren hacernos pagar las consecuencias de esta dura crisis.




Respecto al ICEA, decir que esta combinación de factores -académicos, profesionales, ideológicos y militantes- nos llevó en 2008, a mi y a otros compañeros economistas de la CNT, a impulsar una entidad cultural para desarrollar nuestras inquietudes culturales e investigadoras que difícilmente podían tener cabida en la universidad actual. A esta entidad decidimos llamarla Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA), recuperando la actividad y finalidades de una entidad que había realizado una función parecida entre las clases trabajadoras de Barcelona entre 1931 y 1939. Así pues, en el ICEA tratamos de profundizar en el análisis y estudio de la situación económica y social que nos rodea, así como plantear y divulgar alternativas libertarias y autogestionarias -sistémicas- al capitalismo y al Estado. También entra dentro de nuestros objetivos tratar de consolidarnos como un laboratorio de ideas en política económica, laboral y social desde una perspectiva libertaria y tendente a implantar la autogestión obrera y social. Apuntar que la entidad pretende ser abierta a las clases trabajadoras y la sociedad, por lo que se puede asociar quien lo desee y participar de las actividades que impulsamos.

C- ¿Cuál es la misión de un economista en la CNT?

Ll- Creo que por un lado, como cualquier otro militante, aportar dentro de mis posibilidades para reforzar las luchas y el crecimiento del sindicato con la experiencia que pueda tener. Por otro lado, como profesional, realizar un trabajo adaptado a cubrir las necesidades que puedan tener los militantes, secciones sindicales y comités, a la par que promover las tácticas y finalidades del sindicato como organización revolucionaria que es.

Esta tarea en el contexto actual de crisis y recortes es todo un reto, puesto que los acuerdos y la acción sindical anarcosindicalista suponen una acción ofensiva y no defensiva. Así mismo estos acuerdos y acción sindical siempre van por delante de cualquier perspectiva técnica y en todo caso nuestro Gabinete Técnico Confederal trata de abordar, desde una perspectiva interdisciplinar -jurídica, sociológica y económica- un trabajo en equipo para la cobertura y apoyo a la ofensiva de estos objetivos, no al revés. Es común en los sindicatos oficiales -también en los alternativos- la subordinación de la acción sindical a prácticas jurídicas y económicas restrictivas, menos arriesgadas y más cómodas para el profesional -abogado o economista-, también más acordes con una política negociadora conservadora y pactista. Por poner algún ejemplo, el apoyo técnico a la acción directa de la CNT se puede concretar en medir y amplificar el impacto socioeconómico de un conflicto laboral con boicot o huelga, anticipándose a las múltiples -muchas veces ilegales- estrategias empresariales para minimizarla y debilitar a los trabajadores, tarea ésta de los economistas y asesores empresariales. Otro ejemplo es, en el actual contexto de reestructuraciones, empresas y administraciones en crisis, apoyar la implementación de una política sindical de lucha total contra los despidos y recortes. En este campo es precisamente donde la CNT tiene uno de sus mejores activos. La CNT por sus acuerdos y praxis tiene la capacidad de establecer esa imprescindible conexión entre reivindicación y autogestión. Se trata de plantear las negociaciones sobre el empeoramiento de las condiciones de trabajo o despidos masivos, en términos amplios de viabilidad económica -también social-, control obrero-sindical para los servicios públicos, y si hace falta de expropiación o recuperación de empresas con cooperativización autogestionada (“si no nos podemos emplear todos/as ya nos repartiremos nosotros/as el trabajo”). Esto supone que la patronal y el Estado ya se pueden ir preparando porqué vamos a por ellos y sus privilegios, a por los medios de producción, distribución y bienestar colectivo.

Como he dicho en la anterior pregunta, considero que es un privilegio poder desarrollar un trabajo acorde con las ideas y objetivos que defendemos, en una profesión caracterizada -con excepciones- por la lógica mercenaria de apoyar la gestión de la patronal y el poder capitalista. Esto no solamente lo digo yo, un “radical”, sino por ejemplo recientemente Juan Francisco Martín Seco en un muy buen libro sobre la sociología de la profesión. Una perspectiva de lucha de clases y contra toda autoridad también debe ser una característica profesional en nuestro ámbito. Esta “manera diferente de entender las relaciones económicas y laborales” no la enseñan en las facultades.

domingo, 20 de mayo de 2012

La teoría de las estructuras sociales de acumulación

Traigo al blog un artículo de Alberto Garzón sobre el enfoque que tiene la Economía Política Radical de los marcos institucionales que fomentan la acumulación de capital y el crecimiento económico en el sistema capitalista.

La teoría de las estructuras sociales de acumulación

Una de las principales aportaciones de los teóricos de la llamada “Escuela Política Radical”, surgida en los años sesenta en Estados Unidos de la mano de autores como D.  Gordon, M.  Reich, T. Weisskopf, R. Edwards y S. Bowles, fue la noción de ‘Estructura Social de Acumulación”. Con ella se pretendía describir los requisitos institucionales que satisfacen en cada momento histórico el proceso de acumulación de capital, punto central del análisis radical.

Esta teoría proporciona elementos de análisis muy interesantes a la hora de estudiar la crisis económica y la dinámica capitalista. Por esta razón traigo al blog algunos puntos fundamentales de dicha explicación, a fin de que el lector interesado pueda tener una idea general del discurso radical y surja la curiosidad para adentrarse en los textos originales (desgraciadamente todos en inglés, pues la penetración de la teoría radical en España es extremadamente reducida).

La reconceptualización de la Estructura Social de Acumulación

Para los teóricos de la ESA las instituciones animan la inversión capitalista y el crecimiento económico, pero eventualmente cesan su contribución al crecimiento económico: o bien el crecimiento desestabiliza las instituciones o bien las instituciones crean barreras para el crecimiento. En ese momento deviene una crisis, entendida como un período de inestabilidad que requiere la reconstrucción institucional para renovar el crecimiento y la estabilidad (Wolfson, 2006).

Los teóricos originales de la ESA determinaron que las instituciones eran necesarias para apoyar el circuito del capital, pero posteriormente afirmaron directamente que la ESA afectaba a la tasa de acumulación (Kotz, 2006). Este último aspecto ha sido desde hace algunos años, sin embargo, motivo de crítica por parte de los economistas radicales, precisamente porque se considera que no hay evidencia para afirmar que el objetivo central que guía la construcción de una estructura institucional sea la tasa de acumulación (Kotz, 2006).

Las nuevas reinterpretaciones teóricas afirman que, en efecto, la promoción de una rápida acumulación en el sistema no es el núcleo de los intereses de los individuos capitalistas, sino que por el contrario sí lo es la expectativa de ser capaz de participar en el circuito del capital y dentro de él de apropiarse de la máxima cantidad de excedente posible, en relación al capital invertido, lo que conduce al capital (Wolfson y Kotz, 2010; Kotz, 2006)

Para los nuevos teóricos de las ESA no hay una tasa de acumulación mínima, y los excedentes pueden tener otros usos además de la acumulación. La alternativa a reinvertir el excedente (algo que dependerá del cálculo de la tasa de beneficio esperada así como de si dicha tasa es aceptablemente alta) es la inversión financiera. Se puede invertir en la esfera financiera esperando condiciones más favorables en el ámbito de la inversión real. Por eso los capitalistas pueden mantener altas tasas de rendimientos (a través de operaciones financieras y especulativas) sin que se invierta en lo productivo y sin que se vean impulsados a cambiar la estructura institucional (Kotz, 2006).

En definitiva, los nuevos teóricos de la ESA consideran que cada ESA apoya al circuito del capital pero puede o no llevar a una rápida acumulación de capital, de tal forma que la relación entre la ESA y el rápido crecimiento económico debe ser abandonada, apostando en su lugar por comprender la ESA como las estructuras institucionales que estabilizan temporalmente las contradicciones del capitalismo, que son las que existen entre capital y trabajo, entre capital y capital, entre trabajo y trabajo en la dimensión internacional (Wolfson y Kotz, 2010; Kotz, 2006).

sábado, 14 de abril de 2012

Empresas y administraciones en crisis: perspectiva económica y jurídica de los cambios en el RDL 3/2012 de reforma del mercado laboral

En el marco del "Seminario sobre la reforma laboral. Repercusiones en nuestra estrategia sindical" organizado por la Secretaría de Formacion y Estudios de CNT, presenté la ponencia titulada "Empresas y administraciones en crisis: perspectiva económica y jurídica de los cambios en el RDL 3/2012 de reforma del mercado laboral" con el siguiente resumen:

Se introducirán los principales cambios que provoca la reforma del mercado laboral en el ámbito de las empresas y administraciones en crisis. Hablamos de empresas y administraciones en crisis para referirnos a los ajustes laborales justificados por causas económicas, productivas, organizativas o técnicas. Dichas causas pueden existir o simplemente ser utilizadas, aprovechando la coyuntura, con el objetivo de despedir, empeorar las condiciones laborales y debilitar a los trabajadores y trabajadoras. Asimismo dichas causas, caso de existir, pueden ser resueltas sin afectar fundamentalmente a los trabajadores y trabajadoras, poniendo la carga de las consecuencias a quienes tienen la responsabilidad: empresarios y políticos. Se tratarán, pues, los cambios legislativos en las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, en los expedientes de regulación temporales de empleo, así como en los despidos objetivos y colectivos. Por último, se analizará el caso del sector público pues la reforma marca un camino para dar una mayor cobertura legal a los ajustes laborales por las causas citadas en empresas públicas y administraciones. Junto al análisis de los cambios, se aportarán herramientas estratégicas para la anticipación, gestión y oposición anarcosindical a este tipo de ajustes laborales, siempre con objetivos autogestionarios.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Economistas heterodoxos y economistas perezosos

Reproduzco a continuación una entrada de Alberto Garzón sobre los economistas académicos y el proceso de formación de los y las investigadores/as en economía.

 

Economistas heterodoxos y economistas perezosos


Cives, economista y bloguero de politiokon.es, ha escrito recientemente una nota en la que critica la noción misma de “pensamiento crítico” en economía. Tras mostrar que un artículo muy crítico (este de Piketty y Saez) ha sido publicado en una red donde publican sobre todo economistas convencionales, Cives insinúa que ello demuestra que el problema no es que el pensamiento crítico esté marginado sino que los críticos en general no leemos ni los trabajos ni las redes de la academia. Lo que subyace en la crítica es la asunción de que los economistas críticos no somos rigurosos, y que por lo tanto esa es la razón por la que somos marginados de los espacios académicos.

En el fondo Cives suele identificar ortodoxia con rigor y heterodoxia con la falta del mismo. Esa identificación es, en realidad, muy poco seria. La ortodoxia en economía suele ser definida como aquellas teorías económicas cuyos métodos de análisis y modelos pueblan las universidades y los medios de comunicación. En la práctica eso significa aceptar que la ortodoxia, o pensamiento económico mainstream, es aquel vinculado con la teoría económica neoclásica y, a lo sumo, con la síntesis neoclásica. El resto de teorías económicas y economistas (austriacos, marxistas, postkeynesianos, feministas, ecologistas políticos, evolucionistas, institucionalistas, etc.) quedan relegados a un segundo plano y forman parte del heterogéneo grupo de las teorías y economistas heterodoxos. Del dominio de la ortodoxia nacen los planes de estudio universitarios que llevan a que la mayoría de estudiantes de económicas desconozcan por completo la simple existencia de teorías económicas alternativas a la oficial (lo que les lleva a asumir como verdad absoluta y única el conjunto de modelos que pivotan alrededor de la teoría económica neoclásica).

jueves, 1 de diciembre de 2011

La crisis económica en el estado español: análisis desde una perspectiva libertaria

Aporto a continuación el artículo que publicamos en el nº1 de Estudios. Revista de Pensamiento Libertario de 2011.

La crisis económica en el estado español: análisis desde una perspectiva libertaria

José Luis Carretero, Gaspar Fuster, Lluís Rodríguez, Endika Alabort y José Manuel Ortiz.
Coordinador: Endika Alabort
Miembros del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión. info@iceautogestion.org 

Resumen:

La actual crisis económica se ha ido profundizando en el territorio español desde que comenzara la crisis financiera mundial en verano de 2007. Las características que ha ido tomando han sido cada vez más complejas a la vez que se ha ido profundizando, una vez que las instituciones han dejado de lado que era una situación excepcional y de corta duración. Este artículo hace un repaso general a los orígenes de la crisis (tanto a nivel mundial como en el estado español) sin olvidar que hay una gran cantidad de factores detrás de la misma. Las otras tres cuestiones que se desarrollan son, por un lado, las claves para entender mejor la situación actual (haciendo hincapié en el modelo sindical), por otro, el papel del Estado y, por último, un breve análisis de las medidas llevadas a cabo estos últimos años de crisis. Con todo esto se pretende poder clarifi car qué está ocurriendo actualmente desde un punto de vista económico de base libertario, en un momento en el que las políticas de claro corte neoliberal se están generalizando y agudizando aún más.

Palabras Clave:

Crecimiento económico, crisis económica y financiera, déficit y deuda pública, economía española, sistemas económicos, reformas estructurales.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Parecon y autogestión. Entrevista con Michael Albert

Reproduzco a continuación la entrevista que se publicó en el Periodico cnt nº 383 de noviembre de 2011 y nº384 de diciembre de 2011. Se puede descargar la entrevista en formato imprimible reproducida en la Revista Iberoamericana de Autogestión y Acción Comunal.


Parecon y autogestión. Entrevista con Michael Albert


El pasado 13 de octubre se celebró en Barcelona la conferencia debate titulada "Parecon: la vida después del capitalismo", a la que asistió como ponente Michael Albert. Tuvimos la oportunidad de poder hacerle una entrevista via mail previa a su llegada de la cual, por razones de espacio, sólo hemos publicado en la sección de economía del Periódico CNT una selección de todas las preguntas. En las siguientes líneas se puede leer la versión íntegra de la entrevista. 

Preguntas: Redacción de Economía. Traducción: Victor Méndez y Jon Las Heras. Para contactar con la sección: economia@periodico.cnt.es

En la historia existen pocos autores anarquistas que se hayan dedicado a analizar los aspectos económicos de la sociedad. ¿Cuáles crees que han sido las aportaciones más relevantes de los anarquistas al pensamiento económico?

Creo que la principal contribución de los anarquistas a la economía, es su deseo de reducir la jerarquía al mínimo y en su lugar, aumentar la participación consciente y la autogestión. Estos objetivos deberían guiar cualquier pensamiento razonable sobre la economía, o sobre cualquier otro fenómeno social.

Otra contribución anarquista ha sido su atención al papel de la división entre clases no derivada de la propiedad. Bakunin y otros fueron fundamentales, creo, para ayudar a comprender que una división del trabajo que otorga a una minoría un monopolio laboral transmisor de influencia, habilidades sociales, iniciativa y confianza, en tanto que la mayoría solo realiza un trabajo sin alicientes que requiere mayormente obediencia a la vez que la disminución de las habilidades sociales y la confianza en uno mismo, hace que el primer grupo, que llamo la clase coordinadora, domine al segundo, la clase trabajadora. Para entender los intereses de clase como una fuerza motriz en el cambio económico se requiere que uno destaque no solo dos clases – capitalista y trabajadora – sino tres, capitalista, trabajadora, y, entre ellas, la clase coordinadora, no menos porque los coordinadores pueden convertirse en la clase dominante en lo que ha sido llamado socialismo de mercado o de planificación central, pero que debería haber sido llamado coordinarismo.

Finalmente, creo que el trabajo de Kropotkin sobre el apoyo mutuo y también con respecto a las virtudes intrínsecas del trabajo, puede ayudarnos a comprender cómo los mercados atacan a lo social así como el mecanismo de distribución alternativo necesario para fomentar, en su lugar, el apoyo mutuo. Es asimismo útil para entender el impacto de las divisiones del trabajo contemporáneo y esclarecer qué se requerirá para tener relaciones económicas equitativas e incentivos económicos razonables.

jueves, 6 de octubre de 2011

Dinámica de crecimiento, distribución de la renta y movimiento obrero: el estado de bienestar sueco en una perspectiva de largo plazo / Luis Buendía García

El pasado 6 de octubre de 2011 sucedió un hecho que para mi fue muy importante. El compañero y amigo Luis Buendía leía su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, concretamente en el Departamento de Economía Aplicada I. Sobre ello decir que es el primer economista libertario de nueva generación que presenta una tesis, independientemente que el objeto de la misma no sea de ese enfoque, otros trabajos del autor si lo són. Creo que, más allá de los convencionalismos académicos, el hecho de elaborar una tesis doctoral te otorga la madurez investigadora para proyectar ese ámbito útil y necesario socialmente para el cambio social. Por este motivo los economistas libertarios estamos de enhorabuena. Felicidades Luis!

Las motivaciones que alentaron esta tesis, titulada Dinámica de crecimiento, distribución de la renta y movimiento obrero: el Estado de bienestar sueco en una perspectiva de largo plazo, tuvieron su origen en las inquietudes intelectuales y éticas del autor, guiadas por el propósito de comprender el mundo que nos rodea para averiguar de qué forma se puede mejorar. Destacamos, pues, tres de esas inquietudes.

jueves, 3 de marzo de 2011

Pacto social, recortes de pensiones e incremento de la pobreza - Solidaridad Obrera nº348

En el periódico Solidaridad Obrera nº348 (marzo-abril 2011) se incluye un artículo de Lluís Rodríguez, economista y miembro de ICEA, sobre la reforma lde pensiones que han pactado el gobierno, patronal y sindicatos oficiales. Dicha reforma, tal y como se expone en el artículo, es innecesaria y perjudicial para los intereses de los actuales y futuros pensionistas.

Se puede leer el artículo en catalán pinchando aqui, y la traducción al castellano a continuación:


Pacto social, recortes de pensiones e incremento de la pobreza

Lluís Rodríguez1

El reciente “pacto social” entre patronal, sindicatos oficiales y gobierno2 ha provocado un nuevo retroceso en los derechos laborales y sociales de la clase trabajadora. En este caso, el tema estrella es el recorte de las pensiones. Antes de entrar a valorar lo acordado por estos supuestos representantes sociales, es imprescindible contextualizar los motivos por los cuales se promueven este tipo de reformas que perjudican seriamente los estándares de vida de la mayoría de la población en España.

De entrada, como decíamos en otro artículo3, este tipo de reformas se aplican con un trasfondo de crisis económica y paro masivo, que parece justificar todo tipo de actuaciones por parte del gobierno. Si en el caso de la reforma laboral, el falso argumento esgrimido por los poderes empresariales y estatales es la necesidad de crear empleo fijo en un contexto de elevadas tasas de paro, en el caso de la reforma de las pensiones se insiste de nuevo, después de muchos años con la misma cantinela, en la inviabilidad futura del sistema de pensiones. El objetivo de la patronal y el gobierno es evidente: aprovechar la coyuntura para imponer el máximo de ajustes posibles contra la clase trabajadora, con el objetivo de recuperar la rentabilidad perdida y someter más las rentas salariales a la vez que a todos los trabajadores y trabajadoras.

jueves, 20 de enero de 2011

Contrarreforma del mercado de trabajo en España: un análisis económico y laboral - Solidaridad Obrera nº347

En el periódico Solidaridad Obrera nº347 (enero-febrero 2011) se incluye un artículo de Lluís Rodríguez, economista y miembro de ICEA, sobre la reforma laboral aprobada por el gobierno y que va a suponer incrementar la precariedad laboral asi como reducir los salarios a la mayoría de los trabajadores.


Contrarreforma del mercado de trabajo en España: un análisis económico y laboral
 
Lluís Rodríguez1

La contrarreforma laboral en España2 se inserta dentro de un conjunto de políticas de ajuste neoliberal ante la situación de crisis que está padeciendo este país. Anteriormente a esta contrarreforma se han aplicado medidas como la subida de impuestos indirectos (IVA) que grava de nuevo a la clase trabajadora y desincentiva el consumo, el recorte presupuestario en general (infraestructuras, servicios públicos) que impide la creación de empleo neto en estos ámbitos y más particularmente el recorte de salarios a los empleados públicos. Asimismo está contrarreforma laboral tendrá continuidad con otras que ya se están planteando, como la de las pensiones o la de la negociación colectiva. Todo ello con el objetivo de atacar de nuevo el salario en todas sus dimensiones: directo (salario real), indirecto (sanidad, educación, etc) y diferido (pensiones), imponiéndose poco a poco la dictadura del capital.

En lo que respecta a la contrarreforma del mercado de trabajo, ya en su preámbulo se evidencia el sesgo pro-empresarial que tiene. Por un lado, parte de un análisis liberal al uso analizando la “dualidad” del mercado laboral, con trabajadores fijos con buenos salarios por un lado y temporales-precarios con bajos salarios por otro. El argumento falaz que se esgrime es que la rigidez de los fijos perpetúa la precariedad de los temporales3. En el preámbulo se explica como se trata de limitar la temporalidad pero lo que de verdad persigue la reforma, rebajando la indemnización por despido, es extender esta precariedad a todos los trabajadores facilitando la sustitución de contratos fijos por temporales. Por otro lado aun reconociendo el texto que la crisis tiene su fundamento en la estructura económica española y el sistema financiero, el gobierno plantea principalmente la falacia de atacar a la regulación laboral como vía para crear empleo e incrementar la productividad. Precisamente buenos salarios y estabilidad contractual -en particular en el sector privado- son la base para un aumento de la productividad, y con ello, de la competitividad del país como se demuestra a nivel europeo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Para qué servimos los economistas?

¿Para qué servimos los economistas? es un excelente libro para aquellos que estén interesado en conocer algo más de la sociología de la profesión, es decir, de cual es la función social de los economistas en el sistema capitalista. Dejo a continuación la presentación de la editorial y más adelante transcribo una reseña publicada en la Revista de Economía Crítica nº11.

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A través de un recorrido crítico por las diferentes edades de la economía y de un análisis de la actual globalización económica y de los distintos roles que pueden desempeñar los economistas, Martín Seco arroja luz sobre el actual discurso monolítico y remarca la necesidad de una renovación en la actual teoría económica. Para él, a lo largo de la historia, buena parte de los economistas han estado al servicio de un modelo basado en las leyes “científicamente” inmutables de la economía, que legitimaba el statu quo y las desigualdades sociales y laborales. En la actualidad el neoliberalismo económico se apoya en los mismos argumentos para justificarse, pero existe una pluralidad de enfoques que se han preocupado, y se preocupan, por aquellos aspectos que la teoría dominante ha dejado al margen. En sus propias palabras “Ojalá se produzca un giro y los profesionales de la economía ayudemos a desmontar las arquitecturas creadas para ocultar la verdadera realidad”.

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Aurelia Mañé Estrada
Departament de Política Econòmica i Estructura Econòmica Mundial
Universitat de Barcelona

El libro de Juan Francisco Martín Seco, titulado ¿Para qué servimos los economistas?, se inicia con una cita de Nietzsche que reza así, enturbian el agua para que parezca profunda. Hoy, cuando las hondonadas del agua son ya insondables, es el momento de leer libros como este.

La aparición del libro de Martín Seco, publicado en España, coincide cronológicamente con libros publicados en otros países como el de Tony Judt, Ill fares the land, en Estados Unidos y el Reino Unido, o el libro colectivo, Manifeste d’économistes aterrés en Francia. ¿Para que servimos los economistas?, aúna aspectos de ambos.

Primero, la idea –que es el hilo conductor de el libro- que los economistas, cual un mandarín cualquiera, son el instrumento del Poder, para su mantenimiento. Y, en segundo lugar, la virulenta crítica a los economistas contemporáneos y, en concreto, al neoliberalismo económico, por haber enturbiado tantísimo las aguas y por hacer que, hoy, nos hallemos hundidos en una fétida ciénega.

La coincidencia en el tiempo de la publicación de libros con temática –crítica a los economistas que, desde su función de expertos y asesores, han favorecido, tolerado y certificado las políticas y prácticas económicas que han llevado a la crisis actual y a la economía más inmoral y desigual desde 1929- y formato similar –un casi panfleto, en la mejor acepción de este término- es a la vez, una mala y una buena noticia. Mala, pues indica la gravedad de la situación actual, y buena, ya que muestra que no todos los economistas se dedican a enturbiar las aguas.

Desde este último punto de vista, recomendaría la lectura de este libro a dos colectivos, al de los académicamente manipulados jóvenes economistas, o estudiantes de economía; y al público en general que cree que los avatares económicos están gobernados por un albur que se escapa a la humana intervención y entendimiento. Es más, recomendaría una primera lectura atenta y seguida, pues otra de las virtudes de este libro es que en una tarde –o mañana, como se prefiera- informa al lego en economía de lo siguiente:

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Los conflictos de intereses de los economistas

Pongo a continuación una nota de Alberto Garzón sobre "Los conflictos de intereses de los economistas". Interesante desde la perspectiva de la sociología de la profesión.

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Los conflictos de intereses de los economistas

Me manda mi compañero Ricardo Molero, que actualmente está trabajando en su tesis sobre China, un trabajo de Gerald Epstein y Jessica Carrick-Hagenbarth en el que ponen de relieve los dramáticos conflictos de intereses que tienen los economistas convencionales, que es en quienes se centran esta vez. No es nada nuevo, pero resulta interesante ver cierta sistematización en el análisis.

Los economistas convencionales suelen verse a sí mismos como técnicos objetivos, capaces de saber lo que está bien y está mal en cada momento porque confían en que tienen las herramientas correctas para averiguarlo. Y como tales se presentan a la sociedad. Basándose en las mismas concepciones, las grandes empresas y los gobiernos contratan a estos economistas con el objetivo de utilizar sus enseñanzas y llevar a cabo sus consejos. Comienzan entonces a tener una doble filiación, como académicos y como empleados, que en opinión de los autores del estudio -y que obviamente suscribo- es especialmente conflictiva.

El conflicto de interés surge porque el papel que juega un académico es sustancialmente distinto del que juega un empleado, que es en última instancia lo que es un economista al servicio de cualquier empresa. El académico tiene, en teoría, la obligación de interpretar los fenómenos sociales a partir de unas herramientas determinadas que se suponen científicas, tras lo cual procede a hacer unas recomendaciones que deberían estar muy poco influídas por la ideología. El empleado, sin embargo, tiene una misión explícita: garantizar que la empresa de la que es parte sea más rentable. A cambio, el empleado recibe una remuneración generosa que sin duda deseará mantener en el tiempo. Y nadie, ni siquiera los economistas convencionales, pueden establecer una frontera entre un trabajo y otro.

Aunque no es argumento per se, sí es útil conocer la filación empresarial del economista en cuestión. Además, no falla. Los mismos economistas que trabajan para el BBVA o Santander realizan estudios en los que recomiendan que la banca privada se haga cargo de las pensiones, por ejemplo. Los mismos economistas que están en los consejos de administración de las grandes empresas españolas recomiendan la expansión de la inversión extranjera directa y la apertura de todo tipo de otros países. Y los mismos que son portavoces de las empresas constructoras recomiendan ayudas al sector del ladrillo. La cuestión no es averiguar qué fue antes, si la opinión política o la filiación empresarial. La cuestión es reconocer que, al menos, existe un conflicto de interés.

Los autores consideran que tal conflicto pervierte dramáticamente no sólo los trabajos académicos que escriben los economistas, y en los que por cierto nunca revelan su doble papel, sino también a la profesión misma. Un ejemplo, trabajado también en el estudio, es el de la crisis. A la falla de los modelos analíticos y a la influencia de la ideología, se podría sumar esta nueva explicación que estamos describiendo para entender por qué los economistas no supieron predecir la crisis o incluso afirmaban que no podía suceder.

Personalmente no confío en que los economistas convencionales reconozcan que su papel no es el de técnicos y que, por lo tanto, pueden estar -y lo están- influídos por su ideología y sus intereses personales. Sin embargo, en el trabajo de Epstein y Carrick-Hagenbarth se puede comprobar cómo las opiniones sobre regulación financiera de un porcentaje importante de economistas convencionales ha cambiado tras la crisis. Un cambio que aunque sea menor revela, al menos, que sus estudios previos no eran tan técnicos como ellos creían. Y de eso supongo que ya sí serán conscientes. Es un paso positivo ante tanto dogmatismo.

domingo, 3 de octubre de 2010

Del anarcosindicalismo a la autogestión: propuestas ante la crisis en clave revolucionaria. Viento Sur nº 112

Como parte del monográfico que la revista Viento Sur en su número 112 de octubre de 2010 ha dedicado al tema de En el corazón de la crisis: análisis y alternativas, se pidió al ICEA una contribución en forma de artículo que tratase la cuestión de las medidas que desde el Instituto se han propuesto para luchar contra las consecuencias de la situación económica para la clase trabajadora. Ese artículo, que lleva por título "Del anarcosindicalismo a la autogestión: propuestas ante la crisis en clave revolucionaria" presentaba un esquema conceptual conjugando teoría y acción y tratando de resumir el conjunto de propuestas sobre las que se trabaja desde ICEA. La versión impresa puede descargarse en formato PDF desde aquí
Dado que por razones de espacio tuvimos que recortar la extensión de nuestro artículo original ofrecemos a continuación la versión íntegra que habíamos redactado.

Del anarcosindicalismo a la autogestión: propuestas ante la crisis en clave revolucionaria.


Lluís Rodríguez, Endika Alabort, Luis Buendía y Salvador Comendador*.

La situación es crítica. En todas partes se está traspasando una vez más el elevado coste de la crisis capitalista a los trabajadores, eliminando de un plumazo sus conquistas históricas o introduciendo reformas que afectan a sus condiciones de vida inmediatas y a futuro, y el paro vuelve a alcanzar magnitudes que son un claro revés para la clase trabajadora. Al mismo tiempo, las organizaciones que teóricamente defienden los intereses de los trabajadores carecen de representatividad y de influencia, y los grandes sindicatos han hecho de la capitulación permanente su razón de ser tras años de firmas que han hecho de la regresión social la tendencia institucionalizada de las condiciones de vida de la mayoría de la población. Deviene urgente, por lo tanto, trazar propuestas en dos frentes simultáneamente, trabajando en la elaboración de iniciativas que sirvan lo mismo para defenderse de la ofensiva orquestada por el capital para restaurar su rentabilidad perdida, como para fortalecer a las organizaciones de las que, de forma autónoma, se han dotado los trabajadores para defender sus intereses. Todo ello sin perder la perspectiva, sin olvidarse de que la única salida de la crisis que genuinamente puede reivindicarse como favorable para los trabajadores es una transformación social profunda, es decir, una salida que deje atrás a la vez las crisis y el capitalismo que las engendra.

Dada la limitación de espacio, a diferencia de lo que hemos hecho en otros trabajos[1], vamos a desarrollar en este artículo un esquema conceptual que aúne teoría y acción, insertando a la vez un resumen de las propuestas que, con la vista puesta en los objetivos mencionados, están siendo trabajadas en el Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA).


miércoles, 22 de septiembre de 2010

Economista també rima amb anarquista. Entrevista al Setmanari Directa 197

Reproducimos a continuación la entrevista que realizó a un miembro del ICEA el periódico "Setmanari Directa" en su número 197, de 22 de septiembre de 2010. Transcribimos la entrevista en catalán y castellano a continuación. La versión publicada en el periódico puede descargarse en formato PDF desde aquí.

[CATALÀ]

Economista també rima amb anarquista

Lluís Rodríguez Algans és economista, militant de la CNT de Barcelona i membre de l’Institut de Ciències Econòmiques i de l’Autogestió (ICEA). Gràcies al treball intens i rigorós de la gent que en forma part, aquesta entitat –creada només fa un parell d’anys– ja s’ha convertit en un dels punts de referència de l’economia crítica de l’Estat espanyol.


Jordi Garcia
entrevista @ setmanaridirecta.info

Tradicionalment, el pensament anarquista s’ha centrat poc en l’economia. Quines són les principals contribucions de l’anarquisme al pensament econòmic?

Com dius, l’anarquisme s’ha centrat poc en economia i ha desenvolupat molt millor els aspectes filosòfics i sociològics de crítica al poder i a l’autoritat, de qüestionament de la funció de l’Estat, etc. Altres corrents de pensament com el marxisme, tradicionalment, s’han enfocat a analitzar el funcionament de l’economia capitalista de forma molt solvent. Tot això, però, convé matisar-ho, ja que, dins la història del pensament, existeix la tendència d’etiquetar les posicions per reforçar els corrents de pensament, tot i que aquest procés no és lineal ni té una coherència interna absoluta. Per posar un exemple, les aportacions teòriques de Paul Baran i les empíriques d’autors radicals americans més contemporanis en relació a què és treball productiu i improductiu –per tant, útil socialment– trenquen amb la posició marxista clàssica del tema. Aquests raonaments s’adscriuen al corrent (neo)marxista, però teòricament connecten més amb autors anarquistes, anarcosindicalistes o institucionalistes anteriors com Cornélissen o Veblen. Dit això, sí que crec que l’anarquisme i l’anarcosindicalisme han fet aportacions importants al debat de com organitzar l’economia i la societat de forma autogestionària i de la forma d’arribar-hi, amb autors com Kropotkin, Pierre Besnard, Christian Cornélissen, Rudolf Rocker, Isaac Puente, Abad de Santillan, Gaston Leval, Abraham Guillén, i més recentment, Michael Albert i Robin Hahnel.

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L’anarquisme i l’anarcosindicalisme han fet aportacions importants al debat de com organitzar l’economia i la societat de forma autogestionària”
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En aquest sentit, l’estudi de les col·lectivitzacions llibertàries del 36 deu ser una font important per reflexionar sobre com autogestionar l’economia...

Les col·lectivitzacions van demostrar que la gestió econòmica assembleària del treball és possible i viable a gran escala. També es va comprovar que la llibertat d’experimentació implica una riquesa d’experiències, com per exemple la que va tenir lloc a la ciutat d’Alcoi, amb una gestió anarcosindicalista tant al camp com a la indústria; l’experiència important de les col·lectivitzacions industrials de caire socialista llibertari a Catalunya, o l’experiència de les col·lectivitzacions agràries de caire comunista llibertari a l’Aragó. Com a resultat, també es va aconseguir millorar les condicions de treball i de vida en general, tot i la conjuntura de guerra. En definitiva, es va demostrar que l’autogestió generalitzada és possible.

No tot devien ser flors i violes...

Segurament, hauria calgut més temps per consolidar aquestes conquestes, poder accedir a les primeres matèries necessàries i consolidar la demanda de forma estable. Cal tenir en compte la magnitud del que es va posar en marxa: calia reestructurar l’activitat econòmica, transformar la indústria i dirigir-la cap a les necessitats de la guerra, substituir importacions i dirigir alguns sectors enfocats a l’exportació cap a la demanda interna. En aquesta línia, hauria calgut tenir temps per treballar la coordinació econòmica llibertària. La classe treballadora anarcosindicalista va demostrar que podia fer-ho, malgrat les dificultats i les limitacions que es van presentar. L’experiència també va deixar exemples d’egoisme d’empresa que s’han reproduït en altres èpoques, com a la Iugoslàvia comunista. És evident que el bloc soviètic mai no va deixar enrere la societat de classes ni l’explotació econòmica i va substituir la classe capitalista per la burocràtica, per tant, malgrat les insuficiències, aquesta experiència va ser molt més profunda.

sábado, 3 de julio de 2010

[Manifiesto] Apoyo a la Huelga del Metro de Madrid


El principio del verano madrileño ha traído consigo una serie de noticias ante las que los y las abajo firmantes no consideramos tener más remedio que posicionarnos públicamente: el incumplimiento, por parte de la Comunidad de Madrid, del convenio colectivo del Metro, y la consiguiente huelga de los trabajadores y trabajadoras del mismo.

Ante dicho suceso, queremos manifestar nuestro más rotundo y claro apoyo al cumplimiento íntegro de los artículos 37 y 28 de la Constitución española (derechos fundamentales de negociación colectiva, huelga y libertad sindical), conculcados por la actuación de la Presidenta de Madrid, Doña Esperanza Aguirre, quien parece desear apuntalar su carrera política sobre las espaldas de los trabajadores madrileños. La fuerza vinculante de los convenios colectivos nos parece una parte esencial e irrenunciable de cualquier sistema mínimamente democrático de relaciones laborales, lo que nos indica la evidente ilegalidad e ilegitimidad de la actuación de la Comunidad de Madrid, al incumplir notoriamente el convenio del Metro.

Asimismo, expresamos nuestro claro apoyo y solidaridad para con la huelga llevada a cabo por los trabajadores del Metro de Madrid, en defensa de sus derechos y de su convenio colectivo. Entendemos que dichos trabajadores están defendiendo los derechos democráticos, lo derechos de todos, frente a la marea de ajustes que tratan de descargar el coste de la crisis generada por los especuladores sobre los más débiles, anegando nuestro incompleto Estado del Bienestar.

Es por todo ello, que rubricamos el presente escrito, en Madrid, a 3 de julio de 2010.

Apoyo a la huelga de Metro (firmantes a 19-7):

José Luis Carretero Miramar (Profesor) Carlos Taibo (Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid). Lourdes Barroso (Profesora) Juan Merinero (fotógrafo). Andrés Ruggeri (Profesor. Universidad de Buenos Aires). Ramón Fernández Durán. (Miembro de Ecologistas en Acción y Escritor). Carlos González Osto Inmaculada Jiménez Morell. (Editora) Ana Muiña Fernández. (Editora). Agustín Villalba Quejido. (Editor). Antonio Baylos Grau (Profesor de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla-La Mancha). Francisco José Trillo Párraga (Profesor de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla-La Mancha). Amparo Merino Segovia (Profesor de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla-La Mancha). Berta Valdés de La Vega (Profesora de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla- La Mancha). Ana García Mañas (psicóloga). Antonio Rosas (trabajador EMT). María José Romero Ródenas (Profesora de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla-La Mancha). David López Valdeforo (Profesor). María Luisa Mediavilla Herreros. (Biblioteca de Mujeres) Joaquín Pérez Rey. (Profesor de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla-La Mancha). Juana María Serrano García (Profesora de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla- La Mancha). Elena Pintado Miranda (Profesora). Fernando Ballenilla Pastor (Profesor. Universidad de Alicante). Jorge Luis González Fernández (Psicólogo). José Antonio Guillén Medina. (Profesor). Nunzia Castelli (Profesora de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla- La Mancha). Ismael Mengual Verdú. (Profesor). Sandra de Furundarena Reig (Profesora). Joaquín Aparicio Tovar. (Profesor de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla-La Mancha). Pura Sempere Medina (Profesora). Diego Guerrero. (Profesor. Universidad Complutense de Madrid). Juan Pablo Mateo Tomé. (Profesor). Javier Vallet Burguillos. César Sánchez. Luis Buendía (Investigador. Universidad Complutense de Madrid). Rosa María Martín Martínez. (Profesora). Francesca Samper García. (Profesora). Maxi Nieto Fernández. (Profesor. Universidad Miguel Hernández de Elche). Javier Díez Vicario. (Abogado). Ricardo Molero (Investigador. Universidad Complutense de Madrid). Nacho Alvarez. (Investigador. Universidad Complutense de Madrid). Daniel Albarracín. (Investigador). Bibiana Medialdea. Francisco F. García Pérez. (Profesor. Universidad de Sevilla). Manuela Rabasco Redondo. Susana Oviedo Rosales. Ramón Trancho Gayo. . Marcelina Martín González. (Trabajadora de Telefónica) Rosa Lina Jiménez García. Inés Cordón Vergara. Abel Esteban Cabellos. Esperanza Villalba Quegido Virginia Jiménez Serrano. Luis Muiña Fernández. José Antonio Gutiérrez (Analista político, Irlanda). María Laura Casado Bosc (trabajadora cooperativista). Gonzalo Ávila Cruz. Ignacio Casado Galván (Profesor). Pedro A. García Bilbao (Sociólogo. Profesor URJC). Ana Sánchez Rojo. Iván Valle Castellanos. José Conde González (electricista). Hilario Sánchez Díaz (delegado de CGT-Correos de Granada). Roberto Navais Barranco. María Rodríguez Gil (miembro de Ecologistas en Acción y Corriente Roja de Málaga. Traductora). José Gómez Jiménez. Oscar Javier Domingo (miembro de Izquierda Anticapitalista-Burgos). Ricardo Rodríguez Del Río (funcionario de la Agencia Tributaria). Rafael Cid (periodista). Sune Escudero (empleada). Pedro Casas (activista vecinal). José Antonio Martínez (Tovarik militante del PCPE). Tomé Laxe Gómez (estudiante). Jonatán Eustaquio Cano (Solidaridad Obrera-Limpieza Viaria). Marta López Soto (docente. República Argentina). Francisco Javier Cerezo Martín (jardinero). Adolfo Mansilla Montoro (economista). Andrea Benites-Dumont (periodista). Juan Manuel Martín Medem (Periodista). Fernando Rocha Sánchez (sociólogo). Michelle Aslanides (ergónoma). Natalia Slepoy Benites (antropóloga). Oscar Purqueras López. Raúl Camargo Fernández (Izquierda Anticapitalista). Eva Mª Prieto Melcón. Joaquín Ortiz Ruiz (Vicepresidente de Unión Republicana y editor de idearepublicana.com) Eduardo Martínez López (trabajador del Ayuntamiento de Alcorcón). Pablo Carrascón de la Lastra (funcionaria de la AGE). Gema Ruedas Pérez. Amaia Pérez Orozco (economista). Ana Vicente Olmo. Luis Mª González Arias. Rafael Muñoz Porque (Maracaibo.Venezuela). Javier Martín Acosta. Mar Sáiz Domínguez (TSID). Lidia Gañán (profesora). Santiago Deymonnaz (Universidad Carlos III de Madrid). José Luis Humanes Bautista (miembro del Grupo IRU y afiliado a CGT). Esther Pérez Migueláñez (Becaria del Mº de Educación y afiliada a CGT). Marta Malo de Molina Bodelón (traductora e intérprete). Ricardo Felipe (trabajador de Artes Gráficas). Miguel Angel Martínez López (Profesor Universidad Complutense de Madrid). Almudena Bueno. Luis Hurtado Vera. Lino Sánchez-Mármol Gil (biólogo). Francisco Pérez Alex (administrativo). Moisés Blanco López (autónomo). Antonio Tenorio Fornés (estudiante). José Luis Sanz (trabajador de DTS y miembro de Solidaridad Obrera). Rosa Polo Rodrigo (enfermera). Victor Carreño Castelló (ordenanza de Enseñanza). Ana Romero López (periodista). Eduardo Cimadevilla Cavanillas (portero de finca). Silvia Casado Arenas. Carlos Fernández Liria (Profesor de Filosofía. Universidad Complutense de Madrid). Ethel Odriozola Monzón. José Agustón Balado Muñoz (trabajador de la sanidad). Antonia Manosalvas Caballero. Iván Bordetas Jiménez (investigador. Universidad Autónoma de Barcelona). Oscar López Corral (Marat), (investigador social). Luisa Cuevas Raposo (extrabajadora de Telefónica). Pepe Negrete Moreno. Joaquín Marín. José Juan Morales García. César de Vicente Hernando (gestor cultural). Juan Luis Ruiz-Giménez (SERMAS). Rafael Herguezábal. Tania Rodríguez. Luis Moles Lozano. Xabier Gracia (seminario de economía crítica Taifa). Antonio Hernández (cooperativista, educador y trabajador de campo). María Florencia Alvarado. Carmen Sequi Vila (maestra). José Ramón Otero Roko (poeta, periodista de Cambio 16). Enrique Díaz Cabrero. Chomin Chunchillos (profesor). Jorge Cánovas Rocamora. Eva Lázaro Gutiérrez. David Moreno (administrativo). Yayo Herrero (Ecologistas en Acción). Eduardo Gutiérrez (economista). Consuelo García Rincón (empleada pública CAM). Mayte Terrero. Servando Rocha (abogado y escritor). Gregorio López Soriano. Miguel Candel Sanmartín (Profesor. Universidad de Barcelona). Francisco Javier Martín Ortiz (Profesor). José Cienfuegos González. Roberto L. Barbeito Iglesias (Profesor de Sociología de Universidad). Alejandro Maculet Alvarez. Joaquín Minguillón Sánchez.(trabajador de la ONCE) Raquel Álvarez Buhilla Sastre (trabajadora de la ONCE). Angel Navarro (enfermero del SERMAS). Laura Vázquez Martí (investigadora de mercados). Marta García Novo (investigadora. CCHS-CSIC). José Manuel Paredes Castañón. Enrique Javier Vega Ramos (frigorista). Carlos Huerga (ingeniero técnico aeronáutico). Jesús Muñoz López (abogado). Francisco Marcellán (Profesor de Matemática Aplicada. Universidad Carlos III). Lily Litvak (catedrática). Luis M. Sáenz (coeditor de la revista Trasversales). Mateo Seguí. Iñaki García Borrego (Profesor de Sociología de las Relaciones Laborales. Universidad de Castilla-La Mancha). Antonio O´Connor Oliveros (CGT de CESCE). María Alonso Hernández. Saúl Pascual Asprón. José Casas (Profesor de Historia. Córdoba. Argentina). Pilar Diego-Madrazo Zaragoza. Marianne Brull. Santiago Quiroga García (profesor). Silvia Palacio Pérez Camino (camarera y usuaria). Carmen Felipe (realizadora). Vidal Aragonés Chicharro (abogado laboralista del Col.lectiu Ronda). Frank Mintz (Pallaiseau, Francia). José Mª Fernández Pérez (educador social cooperativista). María Maza. Jhonathan Roca Pelayo (Lima. Perú). José Luis Santacruz. Antonio Martín Hernández (trabajador de las TIC). Roque Borras (trabajador de Correos). Evelyne Tocut. Isidoro Fernández. Oscar Revilla Alguacil (informático). José Lizano (Assoc. Cívica Mogoda per la III República). Alberto Mayor Barahona (delegado sindical CGT). Arturo Gómez Fernández (CGT de Tomelloso). Maite Palacios Blasco. Miguel A. Martínez. Lorenzo Higueras Martínez (afiliado a CNT y usuario). Laura Cortés Ruiz (profesor). Justo Barboza (dibujante). Jesús Sanz Abad (Profesor de Antropología Social. Universidad Complutense de Madrid). José Agundez Rodríguez (ferroviario). Albert Herbera López (trabajador de SEAT-Martorell, afiliado a CCOO). Jorge Hernández Trilla (ingeniero de sistemas). Ubaldo Hernández Campo. Almudena de Lucas Tortajada (funcionaria). Javier Hernández Torre. Luis Miguel de Lucas (diseñador gráfico). Marcela Serrano Zoido. Narcis Coromina Vidal. Jorge Pleite Sánchez. Alberto García-Teresa (auxiliar de biblioteca). Ibán Moreno (personal laboral de la AGE). Lluis Rodríguez Algans (economista, miembro del ICEA). Carmen Miramar Blázquez (ingeniero técnico químico, funcionaria). Pilar Parrilla Jiménez (empleada pública). Ernesto Sarabia Alfaro (ciudadano). José Javier González de la Paz (funcionario y periodista). Manuel Vázquez Naveira. Isabel Pérez Torrado. José Andrés Sánchez Corral. Encarnación Sánchez García.

sábado, 5 de junio de 2010

Escenarios post-crisis según David M. Kotz

Recupero a continuación la entrada publicada por Alberto Garzón sobre los posibles escenarios post-crisis según un economista adscrito a la corriente radical (David M. Kotz). La entrada resume un artículo del autor donde hace referencia, desde una optica prospectiva, a los tres posibles escenarios de salida de la crisis para Estados Unidos. El interés del mismo, además de lo dicho, radica en que este autor y los de la corriente a la que está adscrito, són los que de forma más interesante interpretan la evolución económica de Estados Unidos. Ese país es referencia de la economía mundial de forma pasiva -como modelo de crecimiento y política económica neoliberal- o de forma activa, por su papel imperialista y de notable influencia en la economía mundial. Reproduzco el artículo de Alberto Garzón y a continuación la parte correspondiente al texto en inglés de David M. Kotz.

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David M. Kotz es un economista adscrito a lo que aquí llamaríamos la Economía Política Radical (en realidad Radical Political Economics), y que utiliza un análisis de la economía mundial parecido al de los regulacionistas franceses (R. Boyer, M. Aglietta, etc.). Dado que el otro día yo hablaba del “supuesto fin del neoliberalismo“, aprovecho para recuperar algunas reflexiones que hizo Kotz en un paper de 2008 en el que analizaba la actual crisis.

Para Kotz la crisis es sistémica y revela que las posibilidades del neoliberalismo para mantenerse más tiempo son muy escasas. En su opinión esto sólo podría suceder si otra nueva burbuja especulativa, aún más grande que las que ha vivido continuamente la economía mundial desde los años setenta, es capaz de posibilitar un nuevo período de expansión que, por otra parte, más temprano que tarde finalizaría abruptadamente con otra crisis de aún mayor envergadura.

La historia habría demostrado, un poco en la línea de “doble movimiento” de K. Polanyi, que los períodos de libre-mercado suceden a los de regulación, y viceversa. Por lo tanto, para los próximos años es de esperar un refortalecimiento de la regulación estatal, aunque sin que esté claro de antemano ante qué tipo de regulación nos encontraríamos. El sentido de esa regulación sólo lo puede determinar la relación de fuerzas entre los diferentes grupos y clases que componen la economía. Así las cosas, para Kotz hay tres escenarios post-crisis posibles.

El primero es una forma de capitalismo corporativista. Debido a la debilidad de los movimientos populares, tras treinta años de neoliberalismo, serían las grandes empresas las que regularían la economía a través del Estado. Esta forma de regulación tendría tres características fundamentales. La primera, una regulación del sector financiero que permitiese reiniciar el período de acumulación en el sector productivo y que asegurara su propia estabilidad. La segunda, un mantenimiento de la relación neoliberal de capital-trabajo, es decir, el mantenimiento del dominio del capital y la debilidad de los salarios. La tercera, necesaria para que la anterior característica no condujera a un problema de insuficiencia de demanda, sería un programa de inversiones estatales de larga duración (vinculado a infraestructuras, desarrollo tecnológico y comunicación en su versión más “progresista” y vinculado al gasto militar y de seguridad nacional en le caso de su versión más reaccionaria).

El segundo escenario es un nuevo compromiso sociodemocrático entre capital y trabajo. Esto requeriría redefinir la relación capital-trabajo hacia un mayor equilibro, lo que significaría un incremento de los salarios que siguiera al ritmo de la productividad. Además, tendría que estar acompañado de un refortalecimiento de los sindicatos, la complacencia de las grandes empresas para permitir este ascenso del poder de los trabajadores y una reducción en la intensidad de la competencia nacional e internacional que redujera la presión a la baja sobre los salarios. Complementariamente, el sector financiero tendría que ser igualmente regulado.

El tercer escenario es el del reemplazo del capitalismo por el socialismo. La incapacidad del capitalismo para satisfacer las necesidades de la gente al respecto de una vida decente (acceso a bienes y servicios, trabajo digno, seguridad económica y una economía sostenible medioambientalmente), y la lucha que mantendrían las personas por luchar contra la amenaza de perder sus casas, la desaparición de sus niveles de vida previos y la amenaza medioambiental podría llevar a un renacimiento del movimiento socialista en los próximos años. Se abriría la posibilidad de finalizar la era capitalista.

Cabe destacar finalmente que para Kotz, la fuerza de los movimientos radicales populares es crucial para determinar el destino de la sociedad. Como venimos diciendo también en este blog, esa fuerza se traduce en una mayor presión sobre las grandes empresas para ceder a un compromiso social de naturaleza más progresista. Para Kotz, esa ha sido la clave que explica la “era progresista” estadounidense de 1900-1916 y el período del “New Deal” en los años treinta. En su opinión se está a tiempo de conseguir una respuesta en este sentido precisamente porque la reestructuración de la economía tarda varios años y aunque la iniciativa la tome el capital hay tiempo suficiente para revertir esa tendencia.

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Del artículo The Financial and Economic Crisis of 2008: A Systemic Crisis of Neoliberal Capitalism

  1. Possible Directions of Restructuring

History suggests that the US economy, and also the global economy, will undergo restructuring in the coming period. History also suggests that the next economic structure will involve a significant expansion of the state role in the economy. However, history cannot tell us what kind of state regulated economic system will arise. The outcome will depend on political struggles among various groups and classes. One can identify three possible types of state regulated system that might arise in the US in the coming years.

The first is a corporatist form of capitalism. At present the main actors maneuvering to control the direction of economic restructuring appear to be the big banks and nonfinancial corporations. Popular movements are relatively weak at this time in the US, following nearly 30 years of neoliberalism. If popular movements remain weak and are not able to have a significant impact on the process of restructuring, then big business will determine the course of restructuring.

It seems likely that, in that case, a corporatist form of capitalism would emerge. By this is meant a form of capitalism in which big business regulates the economy through the state, in ways that will restore the stability and profitability of capitalism and permit accumulation to resume over a long period of time.

A corporatist form of capitalism in the U.S. might have the following main features. First, the financial system would become subject to regulation by the state to ensure its stability and the resumption of its necessary functions in support of the real sector. The exact nature of a new financial structure would depend on the relative strength of financial and real sector capital. Second, the institutions directly affecting the capital-labor relation would remain similar to those of neoliberalism, to assure a high rate of profit. Capital would remain fully dominant over labor. To resolve the aggregate demand problem arising from repressed wage growth, the third feature would be a large, long-lasting program of state investment in areas that would promote profit-making. A more "progressive" version would emphasize state infrastructure investment in transportation, communication, power, and technological development. A more "reactionary" version would emphasize military and national security spending. Some combination of the two would also be possible.

Such a corporatist restructuring could provide a coherent new SSA. Low wages would assure a high profit share. A regulated financial system would assure financial stability and provide credit to the real sector. The state would solve the aggregate demand problem, resulting from rapidly rising profit and stagnating wages, through expanding state spending.

Such a form of restructuring would not be favorable for working people. History suggests that a form of capitalism more favorable to the working class emerges only in the face of a militant and radical popular movement, which forces big business to compromise. Such popular movements played a key role in the Progressive Era, and in the creation of the state regulated postwar system whose roots were in the New Deal period starting in the mid 1930s. While a new liberal form of capitalism can be built relatively rapidly, constructing a new state regulated form of capitalism takes some time. Even if capital initially dominates the process, it takes many years for the various segments of capital to reach agreement and to design a coherent program for the state to effectively both regulate and stimulate the economy. If the economic crisis is as severe as most expect, this may lead to the emergence of strong popular movements, which would affect the direction of economic restructuring.

If strong popular movements emerge, that might lead to a second type of state regulated capitalism involving a new social democratic compromise between capital on the one hand and labor and other popular constituencies on the other. This would require changes in the institutions that affect the capital-labor relation so as to enable workers to increase their wages in step with productivity growth. At the minimum, this would require a stronger trade union movement, a willingness on the part of big business to bargain with labor, and a shift in the form of intercapitalist competition to hold off the severe downward pressure on wages that results from unrestrained competition, as well as changes in institutions at the global level. Under those conditions, a relatively balanced growth of aggregate demand becomes possible. Expanding state spending would also play a role, involving social spending and environmental spending, as well as infrastructure investment. As in the corporatist version, the financial sector would be closely regulated.

The third possibility would be the replacement of capitalism with socialism. For nearly 30 years neoliberal capitalism has worsened conditions for the majority in the US and around the world.

Now the severe financial and economic crisis is showing capitalism at its worst, as the profit motive completely fails to meet people's needs for a decent living standard including both private and public goods and services, meaningful work, economic security, and an economy that is environmentally sustainable. As people struggle against the threatened loss of their homes, unemployment and the associated loss of health insurance, the disappearance of much of their life savings, and the growing threat of global climate change, the arguments for a socialist alternative can potentially ring true for millions of people. The socialist movement may be reborn in the years ahead, opening the possibility of finally ending the capitalist era.