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domingo, 30 de junio de 2013

Núria Güell: “El sistema carcelario es el basurero del sistema económico capitalista”

La artista Núria Güell desvela con sus obras la capacidad del poder para generar patrones de obediencia.
A. Orihuela | Periódico CNT
El trabajo de Nuria Güell se centra en analizar las contradicciones que subyacen en las instituciones que nos gobiernan, poniendo en evidencia lo que en realidad esconden, a saber, que el poder se estructura sobre el abuso, la violencia y la falta absoluta de ética. Núria Güell desvela, con su práctica artística, estas estrategias de control, la capacidad del poder para generar patrones de obediencia y esquemas conductuales sociales que, a veces, de sutiles nos pasan inadvertidos hasta que no chocamos con ellos. Desde esta reflexión, Nuria Güel se centra en su transgresión y puesta en evidencia. Hoy por hoy, consideramos su trabajo de acción, entre lo más interesante que se está haciendo en España dentro del mundo del arte.
Pregunta: En una de tus acciones, diseñaste un simulacro que consistió en realizar una llamada anónima a la policía advirtiéndoles que un grupo de ciudadanos reunidos en el espacio público se comenzaba a organizar para manifestarse. Lo que encontró la policía al llegar al lugar fue un grupo de dianas como las que utilizan los comandos policiales en sus entrenamientos de tiro, pero esta vez, representando al objetivo en posición de resistencia pacífica. Toda esta operación se registró de forma oculta en vídeo, y posteriormente fue colgada en un foro de debate del Cuerpo Nacional de la Policía del Estado Español, junto a una serie de leyes que definen las obligaciones de la policía ante la sociedad y la Constitución. ¿Qué reacciones suscitó entre la gente que contempló la acción y luego en la web de la policía esta acción?
Respuesta: 54mm es una acción que realicé conjuntamente con el artista cubano Levi Orta en la que nos interesaba repensar la responsabilidad de los agentes policiales ante unos cambios del Código Penal que reducen el derecho a manifestación de los ciudadanos así como ante el uso represor del cuerpo policial que el gobierno ha realizado en las últimas manifestaciones. Es sabido que aterrorizar a la población es un método eficaz para disuadirla de su participación política. Por cuestiones operativas pusimos las dianas lo más rápido posible y evité mirar a los ojos a cualquier transeúnte que luego pudiera reconocernos como los autores de la acción, por lo que no me fijé en la reacción de la gente. Lo que nos interesaba era la reacción de los agentes policiales ante la llamada que les notificaba que había un grupo de gente reuniéndose en una plaza. Los agentes, ante esa llamada no deberían haber acudido al lugar ya que el derecho a reunión está tipificado en la Constitución. Nuestro interés central con la acción era interpelar a los agentes en el chat de policías sobre su responsabilidad ante esos cambios en el Código Penal. Su respuesta fue “expulsión definitiva” del foro, vaya, nos dejaron claro su posicionamiento ante una propuesta de dialogo. Aunque las reacciones más reveladoras son las de ciudadanos que en la red se han manifestado sobre los cambios del Código Penal a los que se refiere el vídeo. Constatan el fascismo social que desgraciadamente reina en España, pero lo peor no son estas milicias fascistas, sino que este fascismo está en el Congreso de los Diputados y que usan el peso de la ley para legitimarlo. Aquí algunos de los comentarios:  “Estas medidas se quedan cortas. Echémosles de España y quitaremos el cáncer que nos mata.” “Los policías es que no dan más palos por miedo a que los expedienten. Aquí en España hace falta ya un Franco, verías como esto no pasaba” “Habría que dar mano libre a la policía para que repartiese estopa a placer entre toda esa colección de perros adiestrados y los imbéciles del videíto.”

martes, 30 de abril de 2013

Es necesidad, pura higiene...

"Y con las cosas del poder, yo estoy enfrente...”. Se acerca un nuevo primero de mayo y Es solo la necesidad, la canción de Doctor Deseo, ese grupo musical bilbaíno, nos puede servir como banda sonora para el presente relato.


El contexto en el Estado español, un año más, es el de crisis económica capitalista con aplicación de políticas enfrentadas a las personas trabajadoras -pasadas, presentes o futuras- y su modo de subsistencia. Que la crisis la está pagando la mayoría de la población no hay ninguna duda. Los costes se están aplicando con disminución o pérdida de salarios y pensiones, empeoramiento de condiciones de trabajo, pérdida de bienes de primera necesidad como puede ser la vivienda, o paulatina eliminación de la faceta de protección social que sustentaba hasta no hace mucho la legitimación del Estado capitalista. Los entramados del poder capitalista y financiero están promoviendo un duro castigo contra la mayoría, por el simple motivo de mantener sus privilegios a la vez que legitiman estas actuaciones desde sus aparatos políticos, profesionales, mediáticos y represivos.



Las reacciones que se están sucediendo en los ultimos trimestres, si bien no correlacionan con las cifras de caída de la actividad económica o desempleo, sí lo hacen con algo más fundamenal quizás: el agravio que supone la prepotencia de los poderosos.



Confrontación



Estas reacciones se están mostrando como una auténtica confrontación al poder constituido, y se materializan no solo contra el papel de los partidos y los políticos o el sindicalismo domesticado, sino también de la judicatura, los massmedia y cómo no las instituciones económicas del régimen y las fuerzas de represión del Estado.



Necesidad de sobrevivir



Todas aquellas instituciones y personas que por acción u omisión detentan el poder para imponer sus condiciones perjudicando a la mayoría, se están situando en el punto de mira de esta mayoría. Estas reacciones no són nada más que la necesidad social de supervivencia y dignidad. Las estructuras estatales y políticas capitalistas són un cáncer que atacan los organos vitales del cuerpo social. Éste cáncer sin embargo no está afectando la capacidad social de oponerse a las formas de poder que nos han llevado y mantienen en esta situación. Deviene pues una necesidad social oponerse a la autoridad y la dominación.



La oposición al poder capitalista y la generación de alternativas de democracia directa y autogestión económica es una constante de la historia social. Tal como declaró Albert Parsons, uno de los mártires de Chicago antes de ser asesinado en el contexto de la lucha por las 8 horas de trabajo y la huelga general del 1º de Mayo, "el principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. la sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme."



Efectivamente Albert Parsons estuvo enfrente de las cosas del poder. Recordar los mártires de Chicago nos ayuda a recordar también que esto es sólo la necesidad, es pura higiene.

 


Lluís Rodríguez Algans. Economista y miembro del Intituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA).


Publicado en la edición impresa del Periódico Diagonal nº 197 del 2 de Mayo de 2013 al 15 de Mayo de 2013.

sábado, 6 de abril de 2013

Figueres, la Gernika de Catalunya

Notícia del diari Público sobre una part de la història de Figueres i de les seves habitants.

Ni oblit ni perdó.

 

La ciudad catalana fue bombardeada hasta en 18 ocasiones entre 1938 y 1939. Se estima que la aviación franquista asesinó a más de 300 personas y destruyó el 26% de los edificios de la localidad, sede de la última sesión de las Cortes republicanas.

 

“En mi vida había visto cosa igual. Montones de gente muerta, cadáveres destrozados, pelos y vestidos colgados de los árboles y cuerpos decapitados. El día siguiente también fue dramático. Los cadáveres se amontonaban en el cementerio para su entierro”. Con estas palabras, el alcalde de Figueres entre noviembre de 1937 y mayo de 1938, Ricard Martín Serra, describió el estado de la ciudad tras el bombardeo sufrido por el bando franquista el 23 de febrero de 1938 con la inestimable ayuda de la Legión Cóndor y la aviación italiana. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Estudios #2 · Representatividad y poder

Se ha publicado el nº2 de Estudios. Revista de Pensamiento Libertario de 2012.

Este numero tiene un apartado dedicado a la Representatividad y el poder.

Estudios #2 · Representatividad y poder

Análisis

En este número encaramos una cuestión clave en el análisis de la realidad política y social actual: los sistemas de representación política y sindical, bajo el tema REPRESENTATIVIDAD Y PODER. Desde esta óptica, los compañeros Beltrán Roca, David Ordóñez y Juan Cruz abordan los modelos sindicales, la legitimidad de los partidos políticos y la recuperación de formas de organización asamblearias. Esperamos sea de interés e ilustre a quienes buscan la posibilidad de crear otra sociedad en la que el poder sobre nuestras vidas esté regulado por las personas afectadas e interesadas, decidiendo nuestro presente y futuro de forma horizontal y asamblearia.

Artículos

Se confrontan nuevas y viejas fórmulas de producción y organización laboral, en uno se plantea un problema de ineficacia y en otro se aporta una solución. José Gil analiza desde una óptica sociológica cómo las modificaciones impuestas por el neocapitalismo en las condiciones objetivas del trabajo, incapacitan el “conflicto laboral tradicional” para cumplir sus objetivos sociales. Concluye con una crítica al discurso neoliberal dominante: el que presenta el conflicto como un fenómeno decadente, obsoleto, deslegitimado, como un obstáculo al desarrollo, Ilícito y punible. 

miércoles, 15 de agosto de 2012

¿Por qué esa ruptura entre la investigación económica actual y la formación de las políticas económicas ? El papel de los economistas como sacerdotes, ingenieros o activistas desde una perspectiva radical.

Reproduzco a continuación una ponencia presentada en las VIII Jornadas de Economía Crítica de Valladolid (2002). El autor resume los principales elementos que caracterian a la Escuela de Economía Política Radical nacida en Estados Unidos al calor de las luchas sociales y por los derechos civiles de los años de 1960.


Guillermo Nadal Bover,
(Universidad de las Islas Baleares)

En 1968 un grupo de jóvenes profesores proponía una alternativa a los cursos estándar del departamento de económicas de Harvard, el nuevo curso llevaba por título “La economía capitalista: conflicto y poder”, y fue introducido en el programa de cursos de la licenciatura en el año académico de 1968-69. El curso acabó siendo un libro que acabó siendo un paradigma...

Sus orígenes se encontraban en el movimiento político radical. Las luchas políticas por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam, y el consiguiente crecimiento de un amplio movimiento radical de oposición al imperialismo, el racismo, la desigualdad y otras formas de opresión social asociadas al capitalismo, fueron la escuela que educó a Samuel Bowles y a otros jóvenes amigos suyos, motivándoles al estudio de la estructura económica y política de su sociedad. Estimulados por el movimiento muchos estudiantes comenzaron a demandar a las universidades cursos de “economía radical” que no les enseñaran solamente a saber gestionar el orden establecido, sino a saber comprenderlo y contribuir a transformarlo (Edwards y McEwan 1970). Samuel Bowles y los que serían en poco tiempo sus más íntimos colaboradores como Herbert Gintis, Thomas Weisskopf, Richard Edwards, Michael Reich y David Gordon, se encontraban al mismo tiempo estudiando los cursos de doctorado y participando en las luchas del momento contra el racismo, la pobreza y la guerra de Vietnam

martes, 24 de julio de 2012

¿Hay economistas rojos? ... ¿y negros?

Traigo al blog otro artículo relacionado con la profesión de los economistas y su formación. Concretamente del economista José Francisco Bellod Redondo, el artículo titulado ¿Hay economistas rojos? pone énfasis en la no-neutralidad de la profesión y del posicionamiento partidario y en defensa del poder constituido de la mayoría de economistas. Si es complicado en el contexto que cita el autor (intelectual, académico, profesional) que existan economistas progresistas, incluso anticapitalistas, mucho más lo es que los haya de ese perfil y se declaren abiertamente anarquistas. Economistas libertarios que defiendan no solamente un análisis y critica radical de la sociedad capitalista, sino que además planteen un cambio total en las estructuras económicas y sociales para que estas pasen a estar gestionadas por la mayoría de la población y no por unas clases dominantes (empresariales y políticas). Economistas que traten de ponerse al servicio de la sociedad en aras de promover la democracia económica y la autogestión, la única via -previa revolución social- para mantener la igualdad social y la cobertura de las necesidades de todos y todas. No ser afín a ningún poder político o económico que no sea de raigambre social (y por lo tanto minorizado socialmente, de momento), dificulta más si cabe la proliferación de economistas "negros". El hecho de que existan pocas instituciones educativas populares que agrupen a las interesadas y generen conocimiento (socio)económico libertario caso de ICEA, también es un factor que retrasa esa proliferación. Sea cómo fuere existimos y estamos creciendo, tanto los "rojos" como los "negros" (los hay "rojinegros"), porqué cada vez es más evidente para la población -también para los profesionales de la economía- como funciona el sistema capitalista y los aparatos del Estado neoliberal y a dia de hoy es muy dificil no posicionarse con quienes sufren la miseria social. Muchos economistas jovenes (y no tan jovenes) la sufrimos y por lo tanto tomamos posición activa desde una perspectiva profesional, divulgadora e investigadora para la transformación social.

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¿Hay economistas rojos?

Recordando la pasada campaña electoral me viene a la mente esa pregunta que de forma recurrente me hacía la gente en los pueblos que tuve ocasión de visitar. Sí, claro que hay economistas rojos… y economistas gays… y economistas testigos de Jehová… Si nos referimos a los grandes pensadores de la Economía, rojos ha habido (con diversas tonalidades) antes y después de Marx: curiosamente, mientras Stalin fusilaba a los economistas marxistas rusos, a la gente de la generación de Lenin, en Gran Bretaña y Estados unidos florecían corrientes de pensamiento nítidamente marxistas y otras que, no siéndolo, empatizaban con aquella. Así tenemos a los economistas marxistas, a los economistas radicales, aun sector importante de economistas institucionalistas, los post – keynesianos, etc., etc. Si no referimos a economistas pedestres y domésticos (que no domesticados) como yo mismo, también los hay. Aunque bien pensado yo era rojo mucho antes de entrar en la Facultad, de lo contrario, hoy no estaría escribiendo cosas como estas. Y ello por varias razones. En primer lugar los planes de estudio universitarios privilegian descaradamente no ya la defensa del capitalismo, sino la ideología neo – liberal. Se trata de un tipo de formación con grandes dosis de conocimiento metafísico, acientífico, plagado de mentiras y estupideces, que conduce al estudiante a una situación de “pensamiento cero”. Los manuales de Economía suelen ser catecismos que hay que aprender de memoria sin más narices si uno aspira a aprobar. No es de extrañar que la mayoría de mis compañeros no entiendan que está sucediendo en la crisis actual o que se limiten a balbucear algunos slogans elementales contra el déficit público. En segundo lugar, los economistas son víctimas de trabajos alienantes, poco creativos, que les alejan de la actividad científica hasta convertirlos en simples técnicos. Casi todos los economistas que logran un empleo (el Sr. Urdangarín es una excepción: cobra 1´5 millones de euros anuales en Telefónica aunque nunca terminó la Licenciatura) se dedica a contabilidad, auditoría o marketing. Son trabajos duros, aburridos en los que no hay mucho margen para opinar. Y en tercer lugar, los economistas somos víctimas (y muchas veces victimarios) de los valores del sistema. Logrado un empleo en una empresa importante, una licenciatura te puede permitir progresar hacia puesto mucho mejor remunerado: pertenecer a un sindicato, a un partido político no burgués o expresar abiertamente opiniones críticas o solidarias ponen fin de inmediato a cualquier expectativa de ascenso. De inmediato: el gerente no quiere al lado un rojo, quiere un funcionario eficaz en la defensa de los intereses de la empresa (del empresario, diría yo). El gerente no quiere al lado a un economista que se solidarice con los trabajadores (el economista no es un trabajador, es un empleado). El gerente paga para que el economista sea el guardaespaldas que justifique con números cada una de sus decisiones, especialmente las lesivas para los derechos de los trabajadores. Y por estas y otras razones los economistas o son abiertamente de derechas o son abiertamente sordo – mudos: un caso típico de pragmatismo autista. Pero haberlos… los hay. Y podemos encontrar cada vez más experiencias en este sentido: grupos de investigación, o revistas como la “Revista de Economía Crítica”, o web como “Economía crítica y Crítica de la economía” que acoge en su seno otras formas de pensar la economía.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Economistas heterodoxos y economistas perezosos

Reproduzco a continuación una entrada de Alberto Garzón sobre los economistas académicos y el proceso de formación de los y las investigadores/as en economía.

 

Economistas heterodoxos y economistas perezosos


Cives, economista y bloguero de politiokon.es, ha escrito recientemente una nota en la que critica la noción misma de “pensamiento crítico” en economía. Tras mostrar que un artículo muy crítico (este de Piketty y Saez) ha sido publicado en una red donde publican sobre todo economistas convencionales, Cives insinúa que ello demuestra que el problema no es que el pensamiento crítico esté marginado sino que los críticos en general no leemos ni los trabajos ni las redes de la academia. Lo que subyace en la crítica es la asunción de que los economistas críticos no somos rigurosos, y que por lo tanto esa es la razón por la que somos marginados de los espacios académicos.

En el fondo Cives suele identificar ortodoxia con rigor y heterodoxia con la falta del mismo. Esa identificación es, en realidad, muy poco seria. La ortodoxia en economía suele ser definida como aquellas teorías económicas cuyos métodos de análisis y modelos pueblan las universidades y los medios de comunicación. En la práctica eso significa aceptar que la ortodoxia, o pensamiento económico mainstream, es aquel vinculado con la teoría económica neoclásica y, a lo sumo, con la síntesis neoclásica. El resto de teorías económicas y economistas (austriacos, marxistas, postkeynesianos, feministas, ecologistas políticos, evolucionistas, institucionalistas, etc.) quedan relegados a un segundo plano y forman parte del heterogéneo grupo de las teorías y economistas heterodoxos. Del dominio de la ortodoxia nacen los planes de estudio universitarios que llevan a que la mayoría de estudiantes de económicas desconozcan por completo la simple existencia de teorías económicas alternativas a la oficial (lo que les lleva a asumir como verdad absoluta y única el conjunto de modelos que pivotan alrededor de la teoría económica neoclásica).

lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Para qué servimos los economistas?

¿Para qué servimos los economistas? es un excelente libro para aquellos que estén interesado en conocer algo más de la sociología de la profesión, es decir, de cual es la función social de los economistas en el sistema capitalista. Dejo a continuación la presentación de la editorial y más adelante transcribo una reseña publicada en la Revista de Economía Crítica nº11.

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A través de un recorrido crítico por las diferentes edades de la economía y de un análisis de la actual globalización económica y de los distintos roles que pueden desempeñar los economistas, Martín Seco arroja luz sobre el actual discurso monolítico y remarca la necesidad de una renovación en la actual teoría económica. Para él, a lo largo de la historia, buena parte de los economistas han estado al servicio de un modelo basado en las leyes “científicamente” inmutables de la economía, que legitimaba el statu quo y las desigualdades sociales y laborales. En la actualidad el neoliberalismo económico se apoya en los mismos argumentos para justificarse, pero existe una pluralidad de enfoques que se han preocupado, y se preocupan, por aquellos aspectos que la teoría dominante ha dejado al margen. En sus propias palabras “Ojalá se produzca un giro y los profesionales de la economía ayudemos a desmontar las arquitecturas creadas para ocultar la verdadera realidad”.

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Aurelia Mañé Estrada
Departament de Política Econòmica i Estructura Econòmica Mundial
Universitat de Barcelona

El libro de Juan Francisco Martín Seco, titulado ¿Para qué servimos los economistas?, se inicia con una cita de Nietzsche que reza así, enturbian el agua para que parezca profunda. Hoy, cuando las hondonadas del agua son ya insondables, es el momento de leer libros como este.

La aparición del libro de Martín Seco, publicado en España, coincide cronológicamente con libros publicados en otros países como el de Tony Judt, Ill fares the land, en Estados Unidos y el Reino Unido, o el libro colectivo, Manifeste d’économistes aterrés en Francia. ¿Para que servimos los economistas?, aúna aspectos de ambos.

Primero, la idea –que es el hilo conductor de el libro- que los economistas, cual un mandarín cualquiera, son el instrumento del Poder, para su mantenimiento. Y, en segundo lugar, la virulenta crítica a los economistas contemporáneos y, en concreto, al neoliberalismo económico, por haber enturbiado tantísimo las aguas y por hacer que, hoy, nos hallemos hundidos en una fétida ciénega.

La coincidencia en el tiempo de la publicación de libros con temática –crítica a los economistas que, desde su función de expertos y asesores, han favorecido, tolerado y certificado las políticas y prácticas económicas que han llevado a la crisis actual y a la economía más inmoral y desigual desde 1929- y formato similar –un casi panfleto, en la mejor acepción de este término- es a la vez, una mala y una buena noticia. Mala, pues indica la gravedad de la situación actual, y buena, ya que muestra que no todos los economistas se dedican a enturbiar las aguas.

Desde este último punto de vista, recomendaría la lectura de este libro a dos colectivos, al de los académicamente manipulados jóvenes economistas, o estudiantes de economía; y al público en general que cree que los avatares económicos están gobernados por un albur que se escapa a la humana intervención y entendimiento. Es más, recomendaría una primera lectura atenta y seguida, pues otra de las virtudes de este libro es que en una tarde –o mañana, como se prefiera- informa al lego en economía de lo siguiente:

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Los conflictos de intereses de los economistas

Pongo a continuación una nota de Alberto Garzón sobre "Los conflictos de intereses de los economistas". Interesante desde la perspectiva de la sociología de la profesión.

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Los conflictos de intereses de los economistas

Me manda mi compañero Ricardo Molero, que actualmente está trabajando en su tesis sobre China, un trabajo de Gerald Epstein y Jessica Carrick-Hagenbarth en el que ponen de relieve los dramáticos conflictos de intereses que tienen los economistas convencionales, que es en quienes se centran esta vez. No es nada nuevo, pero resulta interesante ver cierta sistematización en el análisis.

Los economistas convencionales suelen verse a sí mismos como técnicos objetivos, capaces de saber lo que está bien y está mal en cada momento porque confían en que tienen las herramientas correctas para averiguarlo. Y como tales se presentan a la sociedad. Basándose en las mismas concepciones, las grandes empresas y los gobiernos contratan a estos economistas con el objetivo de utilizar sus enseñanzas y llevar a cabo sus consejos. Comienzan entonces a tener una doble filiación, como académicos y como empleados, que en opinión de los autores del estudio -y que obviamente suscribo- es especialmente conflictiva.

El conflicto de interés surge porque el papel que juega un académico es sustancialmente distinto del que juega un empleado, que es en última instancia lo que es un economista al servicio de cualquier empresa. El académico tiene, en teoría, la obligación de interpretar los fenómenos sociales a partir de unas herramientas determinadas que se suponen científicas, tras lo cual procede a hacer unas recomendaciones que deberían estar muy poco influídas por la ideología. El empleado, sin embargo, tiene una misión explícita: garantizar que la empresa de la que es parte sea más rentable. A cambio, el empleado recibe una remuneración generosa que sin duda deseará mantener en el tiempo. Y nadie, ni siquiera los economistas convencionales, pueden establecer una frontera entre un trabajo y otro.

Aunque no es argumento per se, sí es útil conocer la filación empresarial del economista en cuestión. Además, no falla. Los mismos economistas que trabajan para el BBVA o Santander realizan estudios en los que recomiendan que la banca privada se haga cargo de las pensiones, por ejemplo. Los mismos economistas que están en los consejos de administración de las grandes empresas españolas recomiendan la expansión de la inversión extranjera directa y la apertura de todo tipo de otros países. Y los mismos que son portavoces de las empresas constructoras recomiendan ayudas al sector del ladrillo. La cuestión no es averiguar qué fue antes, si la opinión política o la filiación empresarial. La cuestión es reconocer que, al menos, existe un conflicto de interés.

Los autores consideran que tal conflicto pervierte dramáticamente no sólo los trabajos académicos que escriben los economistas, y en los que por cierto nunca revelan su doble papel, sino también a la profesión misma. Un ejemplo, trabajado también en el estudio, es el de la crisis. A la falla de los modelos analíticos y a la influencia de la ideología, se podría sumar esta nueva explicación que estamos describiendo para entender por qué los economistas no supieron predecir la crisis o incluso afirmaban que no podía suceder.

Personalmente no confío en que los economistas convencionales reconozcan que su papel no es el de técnicos y que, por lo tanto, pueden estar -y lo están- influídos por su ideología y sus intereses personales. Sin embargo, en el trabajo de Epstein y Carrick-Hagenbarth se puede comprobar cómo las opiniones sobre regulación financiera de un porcentaje importante de economistas convencionales ha cambiado tras la crisis. Un cambio que aunque sea menor revela, al menos, que sus estudios previos no eran tan técnicos como ellos creían. Y de eso supongo que ya sí serán conscientes. Es un paso positivo ante tanto dogmatismo.

domingo, 2 de noviembre de 2008

La mano invisible. Antoni Brufau y Artur Carulla

Reproduzco a continuación la mano invisible publicada en el Periódico cnt, nº350 de Noviembre 2008

Antoni Brufau

Antoni Brufau nace en Lleida en 1948. Su carrera profesional en el mundo de los negocios comienza en el grupo Arthur Andersen, auditora norteamericana que en los últimos años ha estado relacionada con el caso Enron. Desde esos inicios el poder y situación ventajosa de Brufau no ha hecho más que crecer, teniendo cargos en la alta dirección en las empresas y multinacionales más importantes de nuestro país. La trayectoria de Brufau continúa en “La Caixa” llegando a ser el director general en el año 1999. Desde el año 2004 es presidente ejecutivo de Repsol YPF y desde 1997, presidente del grupo Gas Natural. “La Caixa”, primera accionista de la petrolera Repsol YPF, hizo valer su peso real y optó por que Brufau presidiera la sociedad. El BBVA se opuso ya que no veía oportuno que la misma persona ocupase las dos presidencias.

Finalmente se aceptó y “La Caixa” tomó la presidencia de la primera empresa del estado español. Brufau fracasó dos veces en el intento de promover un grupo energético catalán alrededor de Gas Natural con las OPAS fallidas sobre Iberdrola y Endesa. Brufau ha sido miembro también del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio y presidente del Círculo de Economía de Barcelona.

Artur Carulla

El negocio empezó con la fabricación de las famosas pastillas de caldo de Gallina Blanca. Con menos gasto, se podía comer caldo con sabor a carne sin necesidad de comprarla. Eran tiempos de hambre en que en cada hogar se estaba pendiente de concursos radiofónicos y soñando con los premios. Los Carulla, mecenas de vocación, fueron pioneros en el uso de la publicidad en radio y televisión. Pastilla a pastilla, el negocio llegó a convertirse en Agroalimen, una de las empresas más importantes del sector alimentario del estado español. Ahora, su actividad implica una veintena de empresas del sector, entre las cuales encontramos Gallina Blanca, Pans & Company Internacional, The Eat Out Group, Bocatta 2000 y  Arbora&Ausonia. Se asoció con gigantes internacionales como Borden, Purina y Procter&Gamble.

Comenzó el año 2007 vendiendo el 50% de Gallina Blanca y comprando el 100% de la empresa italiana Findim. Licenciado en Ciencias Empresariales, ha formado un verdadero imperio muy diversificado. También forma parte del consejo de administración de Repsol YPF. Muy relacionado con las élites del poder, es también vicepresidente del activo Círculo de Economía, pertenece al patronato de ESADE y al consejo asesor del banco Santander en Cataluña. Tiene una mansión en la Cerdanya (comarca del Pirineo catalán) en el municipio de Ger, construida sobre terrenos agrícolas convenientemente recalificados.

Fuente: Revista “Carrer” nº 99-100 de enero-febrero de 2007 (especial: quién manda en Barcelona), órgano de expresión de la Federación de Asociaciones de Vecinos/as de Barcelona (FAVB).

miércoles, 5 de octubre de 2005

Combate por la historia. Manifiesto



La amnesia, pactada por los sindicatos y partidos políticos de la oposición democrática con los últimos gestores del Estado franquista a la muerte del dictador, fue un aspecto más de la Transición, que tuvo importantes consecuencias para la memoria histórica de la Dictadura Franquista y la Guerra Civil. La amnistía significó un borrón y cuenta nueva con el pasado. Ello imponía el olvido deliberado y "necesario" de toda la historia anterior a 1978. Era preciso reescribir una nueva Historia Oficial, puesto que la versión franquista y la antifranquista ya no servían al nuevo poder establecido, bajo una óptica superadora de los antagonismos que determinaron la guerra civil española.

En la actualidad, desvanecida de la memoria colectiva cualquier referencia conflictiva, antagónica, o que pusiera de manifiesto que la guerra civil fue también una guerra de clases, ha comenzado la tarea de su recuperación como episodio de la historia burguesa. Los mandarines de la Historia Oficial, minimizado o ignorado el carácter proletario y revolucionario de la guerra civil, acometen la recuperación del pasado como relato de la formación y consolidación histórica de la burguesía democrática, o en las autonomías históricas, como justificación de su constitución en nación. Se arrebata a la clase obrera su protagonismo histórico, en beneficio de los nuevos mitos democráticos y nacionalistas de la burguesía que detenta ahora el poder económico y político.

LA MEMORIA HISTÓRICA ES UN CAMPO DE BATALLA DE LA LUCHA DE CLASES. Las instituciones burguesas del aparato cultural del Estado tratarán siempre de controlar y utilizar la historia en su provecho, ocultando, ignorando o tergiversando los hechos que cuestionan o ponen en entredicho la dominación de clase, a lo cual se avienen gustosos, salvo raras y honrosas excepciones, los académicos e historiadores profesionales. La publicación de Queridos camaradas de Elorza y Bizcarrondo; los capítulos de Casanova, Solé y Villarroya, del libro Víctimas de la guerra civil, coordinado por Santos Juliá, que es además autor de una introducción "antológica"; o el inefable curso sobre la guerra civil, organizado en marzo-mayo pasados por el servil Museo de Historia de Cataluña, son los ejemplos más recientes que ilustran la Historia Oficial de que se habla en este Manifiesto.

LA HISTORIA OFICIAL ES LA HISTORIA DE CLASE DE LA BURGUESÍA. La objetividad, como idea platónica, no existe en la realidad de una sociedad dividida en clases sociales. En el caso concreto de la historia de la Guerra Civil, la Historia Oficial se caracteriza por su EXTRAORDINARIA ineptitud y su no menos EXTRAVAGANTE actitud. La INEPTITUD radica en su incapacidad absoluta para alcanzar, o siquiera intentarlo, un mínimo rigor científico. La ACTITUD viene dada por su consciente IGNORANCIA o NEGACIÓN de la existencia de un potentísimo movimiento revolucionario, mayoritariamente libertario, que condicionó, se quiera o no, todos los aspectos de la guerra civil. Estos funcionarios de la burguesía, en el campo de la historia, incurren en diversas aberraciones intelectuales (aberrantes incluso desde una perspectiva burguesa):

 EXALTAN Y ELOGIAN los métodos y la eficacia represiva del SIM. Quizás no son demasiado conscientes de que con ello están elogiando la tortura, y hasta es posible que personalmente sean partidarios del procesamiento de Pinochet. Pero es éste un aspecto que, como ningún otro, delata la influencia de la perspectiva e intereses de clase en el trabajo histórico, porque ese elogio de la eficacia del SIM contra los revolucionarios, corre paralelo al horror mostrado ante la violencia de clase, desencadenada en julio de 1936 por los "incontrolados" contra la burguesía. Pueden ser especialistas en el tema de la violencia, contables eficientes de muertes violentas, que muestran sin embargo una total parcialidad cuando califican de "terror" anarquista o "eficacia" policíaca lo que no deja de ser siempre violencia de una clase contra otra. Sólo que para ellos la violencia obrera es terror, y en cambio, la violencia del SIM es eficacia. No hay más razón que su perspectiva de clase. La violencia se mide por un doble rasero, según el toma y daca de quien la ejerza o la sufra.

NIEGAN, aunque prefieren IGNORAR, porque resulta más cómodo, efectivo y elegante, la fuerza decisiva en la zona republicana de un movimiento revolucionario, mayoritariamente anarquista.

NIEGAN, o disminuyen hasta límites que falsifican los hechos, documentalmente probados, el enorme papel represivo, reaccionario y cómplice de la Iglesia Católica en el golpe de estado militar, y su participación activa en la preparación, desencadenamiento y bendición de la posterior represión fascista. 

LAMENTAN que George Orwell escribiera un "maldito" libro que jamás debió leerse, y Ken Loach filmara una "horrorosa" película que jamás debió verse. Queremos lanzar una señal de ALARMA contra una creciente marea de historiadores revisionistas de la guerra civil española. ALARMA por la decidida falsificación de los hechos históricos de que hacen gala, pese a la documentación disponible. Los hechos mismos pasan a la clandestinidad y los documentos son ignorados, o malinterpretados. La historiografía sobre la guerra civil ha pasado de ser una historia militante, hecha por protagonistas y testigos de la guerra civil, con todos los riesgos que ello supone, pero también con la pasión insustituible de quien no juega con palabras porque antes se ha jugado la vida, a ser una historia académica mema, caracterizada por el disparate, la incomprensión e incluso el desprecio a los militantes y organizaciones del movimiento obrero. ALARMA ante la creciente banalización de la Historia Oficial, y la metódica marginación de las investigaciones que ponen de relieve el decisivo papel histórico del movimiento obrero, por más rigurosas que sean. En realidad, existe una absoluta incapacidad por parte de los historiadores burgueses no ya para comprender, sino siquiera aceptar, la existencia histórica de un movimiento revolucionario de masas en la España de 1936. Nos hallamos ante una historia negacionista del movimiento revolucionario que se desarrolló durante el período de la guerra civil. La Historia Oficial plantea la guerra civil como una dicotomía entre fascismo y antifascismo, que facilita el consenso entre los historiadores académicos de izquierda y derecha, los nacional-catalanistas y los postestalinistas que, todos juntos, coinciden en descargar el fracaso republicano en el radicalismo de anarquistas, poumistas y masas revolucionarias, que se convierten de este modo en la víctima propiciatoria común.

Con la ignorancia, omisión o minimización de las connotaciones proletarias y revolucionarias que caracterizaron el período republicano y la guerra civil, la Historia Oficial consigue ponerlo todo del revés, de forma que sus principales popes se imponen la tarea de reescribirlo todo DE NUEVO, y consumar de este modo la expropiación de la memoria histórica, como un acto más del proceso de expropiación general de la clase trabajadora. Pues, a fin de cuentas, la historiografía es quien elabora la Historia. Si, paralelamente a la desaparición de la generación que vivió la guerra, los libros y manuales de la Historia Oficial ignoran la existencia de un magnífico movimiento anarquista y revolucionario, dentro de diez años se atreverán a decir que ese movimiento NO HA EXISTIDO. Los mandarines creen firmemente que NUNCA ha existido aquello sobre lo que ELLOS no escriben: si la historia cuestiona el presente, la niegan.

Hay una contradicción flagrante entre el oficio de recuperación de la memoria histórica, y la profesión de servidores de la Historia Oficial, que necesita olvidar y borrar la existencia en el pasado, y por lo tanto la posibilidad en el futuro, de un temible movimiento obrero revolucionario de masas. Esta contradicción entre el oficio y la profesión se resuelve mediante la ignorancia de aquello que saben o deberían saber; y eso les convierte en necios. La Historia Oficial pretende ser objetiva, imparcial y global. Pero se caracteriza por su incapacidad para reconocer el carácter clasista de su pretendida objetividad. Es necesariamente parcial, y no puede adoptar más perspectiva que la perspectiva de clase de la burguesía. Es necesariamente excluyente, y excluye del pasado, del futuro y del presente a la clase obrera. La Sociología Oficial insiste en convencernos que ya no existe la clase obrera, ni la lucha de clases; a la Historia Oficial le toca convencernos de que nunca existió. Un presente perpetuo, complaciente y acrítico banaliza el pasado y destruye la conciencia histórica.

Los historiadores de la burguesía tienen que reescribir el pasado, como lo hacía una y otra vez el Gran Hermano. Necesitan ocultar que la Guerra Civil fue una guerra de clases. Quien controla el presente, controla el pasado, quien controla el pasado, decide el futuro. La Historia Oficial es la historia de la burguesía, y hoy tiene por misión mitificar los nacionalismos, la democracia liberal y la economía de mercado, para convencernos de que son eternos, inmutables e inamovibles.

Los firmantes de este Manifiesto declaran su beligerancia en este COMBATE POR LA HISTORIA.

Barcelona, 8 de julio de 1999.

Post Scriptum: 

Las adhesiones a este MANIFIESTO - COMBATE POR LA HISTORIA pueden enviarse al Apartado 22.010 - 08080 Barcelona, y también al E-mail: chbalance@gmail.com
Firmado:


  • Manel Aisa (presidente del Ateneu Enciclopèdic Popular)
  • José Borrás (autor de varios libros sobre la guerra civil)
  • Antoni Castells (varios libros sobre las colectivizaciones)
  • Xavier Díez (historiador)
  • Andy Durgan (asesor histórico del film "Tierra y Libertad")
  • Chris Ealham (historiador. Universidad de Cardiff)
  • Ramón Gabarrós (secretario del Ateneu Enciclopèdic Popular)
  • Juan José Gallardo (Grupo de Hª J. Berruezo. Biografía de Ortiz)
  • Carlos García Velasco (recopilación textos consejistas s/. G.C.)
  • Agustín Guillamón (historiador)
  • José Luís Gutiérrez Molina (historiador)
  • Fernando Guzmán (estudiante de Historia)
  • Miquel Izard (profesor de historia Universidad de Barcelona)
  • Antoni Jutglar (historiador)
  • Ramsey Kanaan (director de AK Press, San Francisco)
  • Mary Low (autora en 1937 de "Red Spanish Notebook")
  • Rafael Maestre (Fundación Salvador Seguí de Valencia)
  • Dolores Marín (historiadora)
  • José Manuel Márquez (Grupo de Hª Berruezo. Biografía de Ortiz)
  • Jesús Martínez (miembro del consejo de redacción de "Polémica")
  • Frank Mintz (estudioso autogestión, mayo 37, Amigos de Durruti)
  • Pilar Molina (Fundación Salvador Seguí de Valencia)
  • Ramón Molina (historiador)
  • Xavier Oller (maestro)
  • Vincenzo Paglione (traductor)
  • Barry Pateman (director de la Kate Sharpley Library)
  • Abel Paz (historiador anarquista. Biografía de Durruti)
  • Eduard Pons Prades (historiador)
  • José Quesada (militante bolchevique-leninista durante la guerra)
  • Paco Ríos (realizador de televisión)
  • Antonina Rodrigo (historiadora)
  • Maria Angels Rodríguez (Fundació Salvador Seguí de Barcelona)
  • Teresa Roigé (hidtoriadora)
  • Rafael Roldán (médico)
  • Juanjo Romero (historiador)
  • Sergi Rosés (recopilación textos consejistas s/. Guerra Civil)
  • Carles Sanz (historiador y cenetista)
  • Ignasi Sendra (licenciado en Historia Contemporánea)
  • Paul Sharkey (historiador y traductor)
  • Reiner Tosstorff (historiador)
  • Assumpta Verdaguer (Centre Documentació Histórico-Social – AEP)
  • Joan Zambrana (Centre Documentació Antiautoritari Llibertari)

Colectivos:
  • AK Press (San Francisco)
  • Grupo de Historia José Berruezo.
  • Por el Grupo surrealista de Madrid: Conchi Benito, Eugenio Castro, Oscar Delgado, Javier Gálvez, Jesús García Rodríguez, Lurdes Martínez, José Manuel Rojo.
  • Gruppo operaio autorganizzato Magneti Marelli 
  • Kate Sharpley Library 
  • Rete operaia Precari Nati
Revistas:
  • Agora. Revista de historia de Sta. Coloma de Gramenet
  • Anthropos. Revista de documentación científica de la cultura
  • Balance. Cuadernos de historia del movimiento obrero
  • Collegamenti Wobbly. Per l´organizzazione diretta di classe
  • Polémica. Revista de Información, Crítica y Pensamiento