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sábado, 18 de abril de 2015

[Manifiesto] Salir del Euro II: LA CRISIS SIGUE , LOS DESTROZOS SE AGRAVAN , EL SUFRIMIENTO SE ACUMULA


Hace dos años, cuando pasábamos por los momentos más crudos de la crisis económica, varios miles de personas, de muy diversa significación, firmaron un documento cuyo título, “Por la recuperación de la soberanía económica, monetaria y ciudadana”, y su consigna, “Salir del euro”, eran concluyentes respecto a la solución que nuestro pueblo necesita.

Ahora es necesario dirigirse de nuevo a la sociedad española y a sus fuerzas políticas y sociales para insistir y ratificar la necesidad imperiosa de revisar los vínculos de nuestro país con la Unión Europea y los tratados que la conforman. Queremos impulsar iniciativas de debate y acción que lo faciliten.

Stop a la integración europea

Europa está sumida en una paralización sin precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Como entidad política la UE ha dejado de ser una fuerza relevante y cada día tiene un papel más subordinado a los designios imperialistas de USA, como lo ponen de manifiesto los conflictos y guerras en los países árabes relacionados con su rediseño del Oriente Medio, y también en el corazón de Europa, con Ucrania convertida en un foco de enfrentamiento que encierra graves peligros bélicos y un nuevo desgarra- miento del Continente.

El irracional proyecto de la unión monetaria y sus consecuencias han puesto en crisis la integración europea. Desequilibrios económicos insostenibles entre los países y una montaña enorme de deuda que atrapa a países, estados, sistema financiero, empre- sas y familias son el motivo de esta crisis.

El endeudamiento general ha construido un entramado tupido de relaciones financieras, sobrecargado de focos explosivos y con canales de conexión extraordinariamente fluidos derivados de la desregulación y la globalización financiera. Su única seguridad depende del BCE, que sólo inyectando liquidez puede detener los peligros recurrentes de otras crisis financieras, al precio de alimentar el volumen de deuda que so- porta el sistema.

De hecho, el BCE ha tenido que dar la espalda a su ortodoxia y objetivos institu- cionales para impedir explosiones incontrolables, como han sido los rescates para algunos países, la medidas y mecanismos para aportar liquidez y la posibilidad reciente de que la deuda soberana pueda financiarse a través de sus préstamos, bien es verdad que con restricciones y singularizada por países. El BCE, a pesar de las facilidades con las que opera ahora, no puede equipararse de ningún modo con la Reserva Fede- ral de los Estados Unidos o el Banco de Inglaterra, debido a la contradicción entre la unidad monetaria y la compartimentación fiscal por países.

La integración económica está cada vez más lejos debido a que la crisis levanta tensiones y conflictos entre todos los países y divisiones manifiestas en todos los gobiernos, actuando cada uno de ellos de acuerdo con sus intereses propios.

La desolación recorre nuestras sociedades. Algunos países del Sur están destrozados, en quiebra financiera, desgarrados por las desigualdades, corroídos los estados de bienestar y hundidas partes inmensas de su población en la exclusión y la miseria. Nada que sea nuevo y que no conozcamos. La alternativa de los países más atrasados y desfavorecidos de la unión monetaria era desde hace tiempo recuperar la soberanía económica, incluida la moneda.

miércoles, 30 de enero de 2013

Los condicionantes del desempleo masivo en el Estado español y las alternativas

Los condicionantes del desempleo masivo en el Estado español y las alternativas

Lluís Rodríguez Algans. Economista. Gabinete Técnico Confederal de CNT 

1.- Introducción

El desempleo es una característica esencial de la dinámica de funcionamiento de las economías capitalistas. Mucho más en contextos de crisis económica, también en el contexto actual, el desempleo es una herramienta de disciplina contra la clase trabajadora. En este artículo vamos a esbozar los orígenes del desempleo masivo en España, asi como las políticas economicas y laborales que se han ido implementado en los ultimos años para incrementarlo. Veremos pues a quien está perjudicando seriamente la política de los gobiernos del Estado, y quien se está beneficiando de ellas. Para finalizar haremos un repaso con las conclusiones y algunas vías alternativas de intervención anarcosindicalista respecto al desempleo.

domingo, 6 de enero de 2013

"La respuesta social tiene que ser radical y contundente". Entrevista a Enrique Lillo, abogado laboralista

Me hago eco por su interés de la entrevista a Enrique Lillo, abogado laboralista de CCOO, respecto a la nueva reforma laboral y sus aspectos más lesivos para las clases trabajadoras. Entre ellos se encuentran la facilitación del despido y el empeoramiento de las condiciones pactadas por convenio por vía de la justificación económica y productiva, algo que también afecta a la necesaria implicación de los y las trabajadoras en el conocimiento profundo de la realidad económica y productiva de las empresa e indirectamente a los y las economistas que asesoramos a trabajadores y trabajadoras. La entrevista se publicó en la Revista de Estudios número 47 de la Fundación 1º de Mayo.

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La respuesta social tiene que ser radical y contundente

ENRIQUE LILLO | ABOGADO LABORALISTA
Entrevista realizada por Carmen Rivas

Enrique Lillo tiene 59 años y es de un pueblo castellano-manchego, de Ciudad Real que se llama Carrizosa. Llegó a Madrid a estudiar derecho y desde 1977 defiende a los trabajadores en cientos de empresas y sectores, siempre desde Comisiones Obreras.

Es uno de los mejores abogados laboralistas, heredero de los abogados asesinados en su despacho de la calle Atocha hace 36 años. En esta entrevista explica y profundiza en el alcance de la última reforma laboral aprobada por el Partido Popular y denuncia que el objetivo último es acabar con la implantación sindical, con la organización de trabajadores en las empresas, cuya justificación más clara es la negociación colectiva que culmina en acuerdos o convenios que dan cobertura legal y regulan la actividad laboral en la empresas.

Asegura Enrique Lillo que tras 35 años de democracia esta reforma laboral nos puede situar en una etapa preconstitucional. Podemos llegar a una situación dictatorial de la mano de lo que estamos viviendo, afirma. Tenemos que intentar defender los derechos democráticos y los derechos sociales e intentar que se rectifique la política económica en España y en Europa. El gran drama de la actualidad es que los poderes públicos están contribuyendo a acrecentar la dimensión de la crisis en lugar de solucionarla.

Pregunta: La crisis económica esta teniendo profundas repercusiones para los trabajadores tanto por la pérdida de empleo como por el empeoramiento de las condiciones económicas y sociales a causa de las reformas laborales, en especial, la última aprobada del gobierno del Partido Popular.

 
R.: Esta última reforma laboral supone una carnicería para los trabajadores que, si se consolida en los términos en que ha sido diseñada por el Partido Popular, va a traer un empeoramiento y empobrecimiento, que ya se está dando, de las condiciones de vida los trabajadores y de sectores de las clases medias y puede significar también el propio cuestionamiento del futuro de los sindicatos.

La reforma laboral, no sólo abarata y facilita el despido, que pasa a ser de 20 días o de algo más de 20 días para aquellos casos en que los trabajadores acuerden con sus empresas.

La reforma laboral puede suponer, si se consolida como proyecto, el enterramiento de la negociación colectiva y sin negociación colectiva no existen sindicatos. Y digo enterramiento porque al favorecer los convenios de empresa y la caducidad en la ultra actividad de los mismos puede hacer que los trabajadores se queden sin convenio colectivo de aplicación. Esto va a generar muchas más dificultades materiales para negociar nuevos acuerdos.

P.: ¿En qué momento de la aplicación de la reforma laboral nos encontramos y cual es su apartado más peligroso, más dañino para los trabajadores?

R.: La aplicación de la reforma laboral como digo tiene dos fases, en la primera el abaratamiento masivo del despido, reducción salarial y empobrecimiento de los trabajadores y de amplios sectores de la clase media y la reducción o pérdida de sus condiciones laborales. En la segunda fase que puede empezar en junio, desaparecen buena parte de las unidades de negociación, si estos convenios no son renegociados antes de junio de 2013. Creo además que esta reforma laboral implica que a los trabajadores se les dificulta sus posibilidades de defensa frente a los empresarios. Digo esto porque la reforma laboral exige a los sindicatos y a sus abogados un esfuerzo profesional de entendimiento de la nueva regulación de despidos colectivos y de la nueva regulación de las modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo que implican reducciones salariales. Y eso exige adquirir conocimiento sobre economía de la empresa: balance, auditorias, cuentas de resultados, memorias.

Para lo cual se necesita no sólo un replanteamiento del contenido cognitivo de los abogados sino también de los propios sindicalistas.

P.: Entiendo muy bien que los abogados tengan que ponerse al día de la nueva legislación laboral y conocer a fondo los mecanismos que les permitan argumentar las demandas pero, ¿por qué, también los representantes de los trabajadores necesitan adquirir esos conocimientos sobre economía de empresa?

R.: Los sindicalistas deben familiarizarse inmediatamente y empezar a estudiar y aprender sobre periodos de consulta, información dentro del periodo de consultas, qué tipo de documentación hay que preparar, descifrar el contenido de la documentación económica puesto que su función no va a ser sólo negociar la indemnización económica. Si no se tienen estos conocimientos no se podrá defender bien el periodo de consultas y tampoco se podrá articular, correctamente, la demanda de impugnación colectiva. Para esto hacen falta más medios técnicos, sobre todo de economistas familiarizados con la situación económica en la empresa y más conocimientos por parte de los sindicalistas de las documentaciones de las empresas, de las memorias, los balances y las cuentas de resultados.

P.: ¿Con estos nuevos conocimientos se podrá minimizar el impacto de la última reforma laboral o simplemente hacer frente a la agresión?

R.: Servirán para hacer una lucha exclusivamente defensiva. Conseguir un buen pacto en un expediente de regulación de empleo evidentemente es un problema sindical pero también ahora, a raíz de la reforma laboral, es un problema técnico, económico y jurídico. El desafío es tan grande que el hecho de que rebajen las indemnizaciones, que te cuestionen la negociación colectiva y que te obliguen, si quieres defenderte, a unos esfuerzos técnicos que necesitan muchos recursos y medios, nos sitúa ente un panorama muy desolador que es en el que nos ha colocado el Partido Popular.

lunes, 15 de octubre de 2012

Informe sobre la Ley 3/2012 de reforma del mercado laboral. Una perspectiva anarcosindicalista del resquebrajamiento del derecho del trabajo

Informe sobre la Ley 3/2012 de reforma del mercado laboral. Una perspectiva anarcosindicalista del resquebrajamiento del derecho del trabajo

Rita Giráldez Méndez. Abogada. Gabinete Técnico Confederal de la Secretaría de Jurídica del Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CNT-AIT.

Lluís Rodríguez Algans. Economista. Gabinete Técnico Confederal de la Secretaría de Jurídica del Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CNT-AIT.




Resumen:

1.- Las consecuencias de las reformas que se vienen aplicando en los mercados de trabajo, se fundamentan en una pérdida acelerada del peso de los salarios en la economía a favor de los ingresos empresariales y del sector financiero. Las reformas están provocando facilitar los despidos con el consecuente incremento del desempleo. Una consecuencia derivada de todo ello es ya el incremento de la pobreza y procesos de exclusión social emergente entre amplias capas de la población. Asímismo, las reformas buscan incrementar el poder empresarial en detrimento del poder individual y colectivo de los trabajadores y trabajadoras.

domingo, 20 de mayo de 2012

La teoría de las estructuras sociales de acumulación

Traigo al blog un artículo de Alberto Garzón sobre el enfoque que tiene la Economía Política Radical de los marcos institucionales que fomentan la acumulación de capital y el crecimiento económico en el sistema capitalista.

La teoría de las estructuras sociales de acumulación

Una de las principales aportaciones de los teóricos de la llamada “Escuela Política Radical”, surgida en los años sesenta en Estados Unidos de la mano de autores como D.  Gordon, M.  Reich, T. Weisskopf, R. Edwards y S. Bowles, fue la noción de ‘Estructura Social de Acumulación”. Con ella se pretendía describir los requisitos institucionales que satisfacen en cada momento histórico el proceso de acumulación de capital, punto central del análisis radical.

Esta teoría proporciona elementos de análisis muy interesantes a la hora de estudiar la crisis económica y la dinámica capitalista. Por esta razón traigo al blog algunos puntos fundamentales de dicha explicación, a fin de que el lector interesado pueda tener una idea general del discurso radical y surja la curiosidad para adentrarse en los textos originales (desgraciadamente todos en inglés, pues la penetración de la teoría radical en España es extremadamente reducida).

La reconceptualización de la Estructura Social de Acumulación

Para los teóricos de la ESA las instituciones animan la inversión capitalista y el crecimiento económico, pero eventualmente cesan su contribución al crecimiento económico: o bien el crecimiento desestabiliza las instituciones o bien las instituciones crean barreras para el crecimiento. En ese momento deviene una crisis, entendida como un período de inestabilidad que requiere la reconstrucción institucional para renovar el crecimiento y la estabilidad (Wolfson, 2006).

Los teóricos originales de la ESA determinaron que las instituciones eran necesarias para apoyar el circuito del capital, pero posteriormente afirmaron directamente que la ESA afectaba a la tasa de acumulación (Kotz, 2006). Este último aspecto ha sido desde hace algunos años, sin embargo, motivo de crítica por parte de los economistas radicales, precisamente porque se considera que no hay evidencia para afirmar que el objetivo central que guía la construcción de una estructura institucional sea la tasa de acumulación (Kotz, 2006).

Las nuevas reinterpretaciones teóricas afirman que, en efecto, la promoción de una rápida acumulación en el sistema no es el núcleo de los intereses de los individuos capitalistas, sino que por el contrario sí lo es la expectativa de ser capaz de participar en el circuito del capital y dentro de él de apropiarse de la máxima cantidad de excedente posible, en relación al capital invertido, lo que conduce al capital (Wolfson y Kotz, 2010; Kotz, 2006)

Para los nuevos teóricos de las ESA no hay una tasa de acumulación mínima, y los excedentes pueden tener otros usos además de la acumulación. La alternativa a reinvertir el excedente (algo que dependerá del cálculo de la tasa de beneficio esperada así como de si dicha tasa es aceptablemente alta) es la inversión financiera. Se puede invertir en la esfera financiera esperando condiciones más favorables en el ámbito de la inversión real. Por eso los capitalistas pueden mantener altas tasas de rendimientos (a través de operaciones financieras y especulativas) sin que se invierta en lo productivo y sin que se vean impulsados a cambiar la estructura institucional (Kotz, 2006).

En definitiva, los nuevos teóricos de la ESA consideran que cada ESA apoya al circuito del capital pero puede o no llevar a una rápida acumulación de capital, de tal forma que la relación entre la ESA y el rápido crecimiento económico debe ser abandonada, apostando en su lugar por comprender la ESA como las estructuras institucionales que estabilizan temporalmente las contradicciones del capitalismo, que son las que existen entre capital y trabajo, entre capital y capital, entre trabajo y trabajo en la dimensión internacional (Wolfson y Kotz, 2010; Kotz, 2006).

jueves, 20 de enero de 2011

Contrarreforma del mercado de trabajo en España: un análisis económico y laboral - Solidaridad Obrera nº347

En el periódico Solidaridad Obrera nº347 (enero-febrero 2011) se incluye un artículo de Lluís Rodríguez, economista y miembro de ICEA, sobre la reforma laboral aprobada por el gobierno y que va a suponer incrementar la precariedad laboral asi como reducir los salarios a la mayoría de los trabajadores.


Contrarreforma del mercado de trabajo en España: un análisis económico y laboral
 
Lluís Rodríguez1

La contrarreforma laboral en España2 se inserta dentro de un conjunto de políticas de ajuste neoliberal ante la situación de crisis que está padeciendo este país. Anteriormente a esta contrarreforma se han aplicado medidas como la subida de impuestos indirectos (IVA) que grava de nuevo a la clase trabajadora y desincentiva el consumo, el recorte presupuestario en general (infraestructuras, servicios públicos) que impide la creación de empleo neto en estos ámbitos y más particularmente el recorte de salarios a los empleados públicos. Asimismo está contrarreforma laboral tendrá continuidad con otras que ya se están planteando, como la de las pensiones o la de la negociación colectiva. Todo ello con el objetivo de atacar de nuevo el salario en todas sus dimensiones: directo (salario real), indirecto (sanidad, educación, etc) y diferido (pensiones), imponiéndose poco a poco la dictadura del capital.

En lo que respecta a la contrarreforma del mercado de trabajo, ya en su preámbulo se evidencia el sesgo pro-empresarial que tiene. Por un lado, parte de un análisis liberal al uso analizando la “dualidad” del mercado laboral, con trabajadores fijos con buenos salarios por un lado y temporales-precarios con bajos salarios por otro. El argumento falaz que se esgrime es que la rigidez de los fijos perpetúa la precariedad de los temporales3. En el preámbulo se explica como se trata de limitar la temporalidad pero lo que de verdad persigue la reforma, rebajando la indemnización por despido, es extender esta precariedad a todos los trabajadores facilitando la sustitución de contratos fijos por temporales. Por otro lado aun reconociendo el texto que la crisis tiene su fundamento en la estructura económica española y el sistema financiero, el gobierno plantea principalmente la falacia de atacar a la regulación laboral como vía para crear empleo e incrementar la productividad. Precisamente buenos salarios y estabilidad contractual -en particular en el sector privado- son la base para un aumento de la productividad, y con ello, de la competitividad del país como se demuestra a nivel europeo.

sábado, 5 de junio de 2010

Escenarios post-crisis según David M. Kotz

Recupero a continuación la entrada publicada por Alberto Garzón sobre los posibles escenarios post-crisis según un economista adscrito a la corriente radical (David M. Kotz). La entrada resume un artículo del autor donde hace referencia, desde una optica prospectiva, a los tres posibles escenarios de salida de la crisis para Estados Unidos. El interés del mismo, además de lo dicho, radica en que este autor y los de la corriente a la que está adscrito, són los que de forma más interesante interpretan la evolución económica de Estados Unidos. Ese país es referencia de la economía mundial de forma pasiva -como modelo de crecimiento y política económica neoliberal- o de forma activa, por su papel imperialista y de notable influencia en la economía mundial. Reproduzco el artículo de Alberto Garzón y a continuación la parte correspondiente al texto en inglés de David M. Kotz.

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David M. Kotz es un economista adscrito a lo que aquí llamaríamos la Economía Política Radical (en realidad Radical Political Economics), y que utiliza un análisis de la economía mundial parecido al de los regulacionistas franceses (R. Boyer, M. Aglietta, etc.). Dado que el otro día yo hablaba del “supuesto fin del neoliberalismo“, aprovecho para recuperar algunas reflexiones que hizo Kotz en un paper de 2008 en el que analizaba la actual crisis.

Para Kotz la crisis es sistémica y revela que las posibilidades del neoliberalismo para mantenerse más tiempo son muy escasas. En su opinión esto sólo podría suceder si otra nueva burbuja especulativa, aún más grande que las que ha vivido continuamente la economía mundial desde los años setenta, es capaz de posibilitar un nuevo período de expansión que, por otra parte, más temprano que tarde finalizaría abruptadamente con otra crisis de aún mayor envergadura.

La historia habría demostrado, un poco en la línea de “doble movimiento” de K. Polanyi, que los períodos de libre-mercado suceden a los de regulación, y viceversa. Por lo tanto, para los próximos años es de esperar un refortalecimiento de la regulación estatal, aunque sin que esté claro de antemano ante qué tipo de regulación nos encontraríamos. El sentido de esa regulación sólo lo puede determinar la relación de fuerzas entre los diferentes grupos y clases que componen la economía. Así las cosas, para Kotz hay tres escenarios post-crisis posibles.

El primero es una forma de capitalismo corporativista. Debido a la debilidad de los movimientos populares, tras treinta años de neoliberalismo, serían las grandes empresas las que regularían la economía a través del Estado. Esta forma de regulación tendría tres características fundamentales. La primera, una regulación del sector financiero que permitiese reiniciar el período de acumulación en el sector productivo y que asegurara su propia estabilidad. La segunda, un mantenimiento de la relación neoliberal de capital-trabajo, es decir, el mantenimiento del dominio del capital y la debilidad de los salarios. La tercera, necesaria para que la anterior característica no condujera a un problema de insuficiencia de demanda, sería un programa de inversiones estatales de larga duración (vinculado a infraestructuras, desarrollo tecnológico y comunicación en su versión más “progresista” y vinculado al gasto militar y de seguridad nacional en le caso de su versión más reaccionaria).

El segundo escenario es un nuevo compromiso sociodemocrático entre capital y trabajo. Esto requeriría redefinir la relación capital-trabajo hacia un mayor equilibro, lo que significaría un incremento de los salarios que siguiera al ritmo de la productividad. Además, tendría que estar acompañado de un refortalecimiento de los sindicatos, la complacencia de las grandes empresas para permitir este ascenso del poder de los trabajadores y una reducción en la intensidad de la competencia nacional e internacional que redujera la presión a la baja sobre los salarios. Complementariamente, el sector financiero tendría que ser igualmente regulado.

El tercer escenario es el del reemplazo del capitalismo por el socialismo. La incapacidad del capitalismo para satisfacer las necesidades de la gente al respecto de una vida decente (acceso a bienes y servicios, trabajo digno, seguridad económica y una economía sostenible medioambientalmente), y la lucha que mantendrían las personas por luchar contra la amenaza de perder sus casas, la desaparición de sus niveles de vida previos y la amenaza medioambiental podría llevar a un renacimiento del movimiento socialista en los próximos años. Se abriría la posibilidad de finalizar la era capitalista.

Cabe destacar finalmente que para Kotz, la fuerza de los movimientos radicales populares es crucial para determinar el destino de la sociedad. Como venimos diciendo también en este blog, esa fuerza se traduce en una mayor presión sobre las grandes empresas para ceder a un compromiso social de naturaleza más progresista. Para Kotz, esa ha sido la clave que explica la “era progresista” estadounidense de 1900-1916 y el período del “New Deal” en los años treinta. En su opinión se está a tiempo de conseguir una respuesta en este sentido precisamente porque la reestructuración de la economía tarda varios años y aunque la iniciativa la tome el capital hay tiempo suficiente para revertir esa tendencia.

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Del artículo The Financial and Economic Crisis of 2008: A Systemic Crisis of Neoliberal Capitalism

  1. Possible Directions of Restructuring

History suggests that the US economy, and also the global economy, will undergo restructuring in the coming period. History also suggests that the next economic structure will involve a significant expansion of the state role in the economy. However, history cannot tell us what kind of state regulated economic system will arise. The outcome will depend on political struggles among various groups and classes. One can identify three possible types of state regulated system that might arise in the US in the coming years.

The first is a corporatist form of capitalism. At present the main actors maneuvering to control the direction of economic restructuring appear to be the big banks and nonfinancial corporations. Popular movements are relatively weak at this time in the US, following nearly 30 years of neoliberalism. If popular movements remain weak and are not able to have a significant impact on the process of restructuring, then big business will determine the course of restructuring.

It seems likely that, in that case, a corporatist form of capitalism would emerge. By this is meant a form of capitalism in which big business regulates the economy through the state, in ways that will restore the stability and profitability of capitalism and permit accumulation to resume over a long period of time.

A corporatist form of capitalism in the U.S. might have the following main features. First, the financial system would become subject to regulation by the state to ensure its stability and the resumption of its necessary functions in support of the real sector. The exact nature of a new financial structure would depend on the relative strength of financial and real sector capital. Second, the institutions directly affecting the capital-labor relation would remain similar to those of neoliberalism, to assure a high rate of profit. Capital would remain fully dominant over labor. To resolve the aggregate demand problem arising from repressed wage growth, the third feature would be a large, long-lasting program of state investment in areas that would promote profit-making. A more "progressive" version would emphasize state infrastructure investment in transportation, communication, power, and technological development. A more "reactionary" version would emphasize military and national security spending. Some combination of the two would also be possible.

Such a corporatist restructuring could provide a coherent new SSA. Low wages would assure a high profit share. A regulated financial system would assure financial stability and provide credit to the real sector. The state would solve the aggregate demand problem, resulting from rapidly rising profit and stagnating wages, through expanding state spending.

Such a form of restructuring would not be favorable for working people. History suggests that a form of capitalism more favorable to the working class emerges only in the face of a militant and radical popular movement, which forces big business to compromise. Such popular movements played a key role in the Progressive Era, and in the creation of the state regulated postwar system whose roots were in the New Deal period starting in the mid 1930s. While a new liberal form of capitalism can be built relatively rapidly, constructing a new state regulated form of capitalism takes some time. Even if capital initially dominates the process, it takes many years for the various segments of capital to reach agreement and to design a coherent program for the state to effectively both regulate and stimulate the economy. If the economic crisis is as severe as most expect, this may lead to the emergence of strong popular movements, which would affect the direction of economic restructuring.

If strong popular movements emerge, that might lead to a second type of state regulated capitalism involving a new social democratic compromise between capital on the one hand and labor and other popular constituencies on the other. This would require changes in the institutions that affect the capital-labor relation so as to enable workers to increase their wages in step with productivity growth. At the minimum, this would require a stronger trade union movement, a willingness on the part of big business to bargain with labor, and a shift in the form of intercapitalist competition to hold off the severe downward pressure on wages that results from unrestrained competition, as well as changes in institutions at the global level. Under those conditions, a relatively balanced growth of aggregate demand becomes possible. Expanding state spending would also play a role, involving social spending and environmental spending, as well as infrastructure investment. As in the corporatist version, the financial sector would be closely regulated.

The third possibility would be the replacement of capitalism with socialism. For nearly 30 years neoliberal capitalism has worsened conditions for the majority in the US and around the world.

Now the severe financial and economic crisis is showing capitalism at its worst, as the profit motive completely fails to meet people's needs for a decent living standard including both private and public goods and services, meaningful work, economic security, and an economy that is environmentally sustainable. As people struggle against the threatened loss of their homes, unemployment and the associated loss of health insurance, the disappearance of much of their life savings, and the growing threat of global climate change, the arguments for a socialist alternative can potentially ring true for millions of people. The socialist movement may be reborn in the years ahead, opening the possibility of finally ending the capitalist era.

domingo, 3 de febrero de 2008

Los economistas, la clase trabajadora y la crisis económica que vendrá

Los economistas, la clase trabajadora y la crisis económica que vendrá

Lluís Rodríguez Algans1

Como bien saben los lectores, la forma de reproducir las ideas dominantes, capitalistas, es con el lenguaje y argumentos de las clases dominantes. Por esta razón es básico ser conscientes de la necesidad de rebatir esos argumentos con argumentos propios. También saben los lectores que la televisión es el medio más usado actualmente para transmitir la ideología dominante, y si ésta se materializa en argumentos de tipo económico o relacionados con la economía, núcleo duro de las sociedades, es más importante, si cabe, destruir estos argumentos y evidenciar el intento de manipulación de la realidad que pretenden conseguir los capitalistas.


domingo, 4 de febrero de 2007

Gente sin casa, casas sin gente. ¿Como se entiende? (I)

Gente sin casa, casas sin gente. ¿Como se entiende? (I) 

Endika Alabort Amundarain y Lluís Rodríguez Algans*.


En esta primera entrega trataremos de indagar sobre todo lo que implica una vivienda, es decir, cuál es el valor real y cómo se determinan los precios; qué implicaciones tiene en la economía el sector de la construcción; cómo influye, interviniendo o no, el Estado, etc.

La dificultad de acceder a una vivienda, ya sea de alquiler o de compra, es quizás una de las cuestiones que más preocupan a la mayoría de los trabajadores en el estado español hoy en día. La cuestión de la vivienda tiene sus explicaciones principales en el mundo de la economía. Es por este motivo que en este articulo, hecho colectivamente por miembros de la Redacción de la Sección de Economía del periódico "cnt", y tal como dice el título, que es un conocido lema del movimiento okupa, trataremos de indagar sobre todo lo que implica una vivienda, es decir, cuál es el valor real y cómo se determinan los precios; qué implicaciones tiene en la economía el sector de la construcción; cómo influye, interviniendo o no, el Estado; qué factores explican la burbuja inmobiliaria; qué consecuencias tiene este crecimiento desmesurado de las construcciones; posibles alternativas de lucha, etc. Pasaremos, pues, a intentar desgranar estos aspectos que nos llevarán a terminar el artículo con la segunda y última parte.