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sábado, 22 de junio de 2019

Amazon trae a Ezkerraldea más economía de servicios y desmantelamiento industrial


El articulo ha sido reproducido en Borroka Garaia Da

El gigante del comercio se instala en Trapagaran con su modelo de salarios bajos, temporalidad y externalización. Los sindicatos anuncian que le harán frente. SINDIKALAGENDA ekainak 22-27.


Amazon abre las puertas de su centro en Trapagaran, “a la conquista de los barrios obreros de la margen izquierda”. El gigante del comercio en red se asienta en Bizkaia, agudizando la crisis de modelo que vive la industria y el comercio tradicional del territorio. La noticia puede parecer positiva, porque genera actividad y empleo, pero consolida un modelo productivo nefasto para los intereses de personas trabajadoras y empresas locales. Las prácticas laborales asociadas a este modelo se sustentan en bajos salarios, contratos temporales y a tiempo parcial y externalización abusiva, afectando en especial a jóvenes y mujeres. 

Amazon se ha instalado en 8.000 metros cuadrados de los antiguos terrenos de la Babcock Wilcox, empresa centenaria cerrada en 2011, gracias a la recalificación del Ayuntamiento y el apoyo del alcalde de Trapagaran. Tras años de desatención urbanística, la zona pasará a ser un centro empresarial que generará desplazamientos, necesidades de aparcamiento y servicios auxiliares. Amazon se caracteriza por un sistema productivo altamente automatizado, de trabajo flexible y estresante, suponiendo cambios importantes respecto al modelo laboral que anteriormente se ha desarrollado en la zona. El sindicato ELA ha manifestado que “no van a permitir que ninguna empresa aplique modelos precarios, y estará al servicio de las trabajadoras y trabajadores para organizarse y luchar contra ello”.

El modelo laboral de Amazon se basa en trocear y fragmentar el empleo para dominar a la fuerza de trabajo favoreciendo su mayor explotación. Su modus operandi es claro : mientras la plantilla directa es sometida a una gran carga de trabajo y jornadas excesivas con salarios bajos, la plantilla flotante de ETTs funciona con contratos por días u horas. Además, de sustenta en el abuso de figuras laborales fraudulentas, como los falsos autónomos.

El sindicalismo vasco anuncia que no va a permitir abusos y está por ver si los responsables políticos continúan del lado de la multinacional o si, por el contrario, impulsan que la Inspección de Trabajo de Bizkaia intervenga ante los desmanes del gigante global. En esa misma orientación, el movimiento sindical y social de la comarca, se movilizó el pasado sábado 14 de junio y por vigésimo año consecutivo, con la “Marcha por Ezkerraldea” con el objetivo de denunciar el paro y la precariedad laboral. 

sábado, 8 de junio de 2019

“La política industrial del Gobierno Vasco es nefasta, fraudulenta y, en el mejor de los casos, negligente”

Reproduzco por su interés la entrevista realizada a Jon Bernat Zubiri en ALDA num 7




Jon Bernat Zubiri Rey, doctor en Economía y profesor de la facultad de Relaciones Laborales de la UPV
 
Asistimos al proceso de liquidación de La Naval. ¿Hay alternativas al cierre?

Inequívocamente sí. Una primera opción es que los gobiernos intervengan en dos fases: por un lado, comprando los activos industriales (terrenos, construcciones e instalaciones) por medio de un fondo público, blindándolos ante especuladores, mientras en una fase en paralelo, impulsan una empresa pública vasca desarrollando un plan de viabilidad industrial a medio plazo recuperando la carga de trabajo que tenía La Naval antes de entrar en concurso. No hay limitación europea a que haya capital mayoritario público mientras exista un plan de viabilidad industrial a medio plazo (3-5 años de carga de trabajo/pedidos).

La segunda opción sería que la empresa pública “Navantia” recuperase la negociación de la draga y, alquilando a la administración concursal las instalaciones del astillero, retomara la actividad. Son alternativas factibles desde todos los puntos de vista (legal-juridico, económico-financiero y laboral), pero exigen la implicación del sector público, algo que tanto PNV como PSOE han rechazado.
 
¿Qué razones esgrimen para su inacción?

Es una cuestión de modelo. La Consejería de Industria ha apostado por liquidar la actividad de manera que la empresa pueda ser más atractiva a un capital que no busque el relanzamiento de la actividad a nivel local, sino que busque absorber a la empresa en sus bienes intangibles. Esta opción es claramente antisocial y profundiza el desmantelamiento del tejido industrial de la comarca.
 
Euskal enpresak atzerriko kapitalei saltzen ari zaizkie (Gamesa eta Euskaltel) eta enpresaburu eta kapitalista pribatuen interesak lehenesten ari dira, ixteko zorian edo kinka larrian diren enpresetako langileen interesen gainetik.

El cierre de esta emblemática empresa vuelve a poner en la palestra el imparable proceso de desindustrialización que sufre la Margen Izquierda, Zona Minera y Encartaciones... ¿Qué diagnóstico haces de la situación?

Esta comarca forma parte de un país que ha vivido un proceso de desindustrialización muy fuerte durante las últimas décadas. La situación de la industria vizcaína es muy grave. Según datos del INE, en los dos últimos años -con crecimiento económico- se han destruido más de 13.000 empleos industriales; y Ezkerraldea está muy insertada en esa caída del tejido industrial.

Un dato que refleja claramente la desindustrialización que sufre el país: la industria de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba ha pasado de suponer un 49% del Producto Interior Bruto en 1977, a un 29% en 2007; situándose en el 24% en 2018. El empleo industrial ha ido reduciéndose de manera imparable: de 423.000 empleos en 1975, a 274.000 en 1986, y a 188.000 en marzo de 2019.


miércoles, 17 de abril de 2019

Industria vasca, el naufragio permanente


La industria vasca ha pasado de 423.000 empleos en 1975 a 194.000 en la actualidad. Una pérdida del 54% que continúa ahogando al sector con políticas neoliberales. Fagor, Xey, CEL y La Naval son ejemplos recientes de mala gestión del Gobierno y las diputaciones vascas.

El articulo ha sido reproducido en Economía Critica y Crítica de la Economía , Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión , Viento Sur , Kaosenlared , Rebelión , Borroka Garaia Da , Aporrea , Lucha de Clases , Voz de América , Blog Antiimperialista , CGT-LKN Euskal Herria , LAB Industry

Protesta en La Naval, en Sestao. Ecuador Etxea

Euskal Herria es a veces considerada un referente en relación a la forma de articular la política industrial, lo que se supone que atañe a la intervención de los gobiernos forales y autonómico en el apoyo a las actividades industriales. Pero la crisis industrial de las últimas cuatro décadas es un proceso inequívoco, y algunos casos recientes de gestión por parte del Gobierno Vasco demuestran que la inacción y la defensa patronal son la norma de actuación.

La crisis económica de finales de los 70 y 80, unido a las imposiciones de la Unión Europea, llevaron a los gobiernos del PSOE y PNV a impulsar un perfil de política industrial neoliberal acelerando la destrucción de empleo y reestructuración de grandes sectores industriales y empresas emblemáticas, con fortísimo impacto sobretodo en Bizkaia. Los sectores más afectados fueron la siderurgia integral (Altos Hornos de Vizcaya), aceros especiales (Echevarría, Olarra, Aceros de Llodio, Pedro Orbezogo, Forjas Alavesas, Tubacex y Tubos Reunidos), construcciones mecanicas (Babcock Wilcox, Mecánica La Peña), construcciones eléctricas (Westinghouse, General Eléctrica), construcción naval (astilleros Euskalduna, La Naval, Astilleros Reunidos del Nervión), química (Dow Chemical), electrodomésticos línea blanca (Fabrelec, entre otras). En muchos de estos casos los despidos o cierres estuvieron sujetos a políticas estatales, por ser grandes sectores del Estado, que perjudicaron mucho más al tejido empresarial vasco frente al de otros territorios.

Según datos del último trimestre de 2018 del Instituto Nacional de Estadística (INE), la industria de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba ha pasado de suponer un 49% del Producto Interior Bruto (PIB) en 1977 a un 29% en 2007, situándose en el 24% en 2018. El empleo industrial pasó de 423.000 empleos en 1975 a 274.000 en 1986 y 194.000 en 2018, lo que supone una pérdida de 229.000 empleos netos en este periodo. Desde entonces, los niveles de paro oficial y ampliado —los desempleados que ya no buscan trabajo—, el subempleo, la exclusión social y la pobreza se mantienen estructuralmente altos, a falta de tomar medidas más allá de leves paliativos.

Al inicio de la última crisis, la industria vasca se encontraba ya en un naufragio permanente, con causas que van más allá de una política gubernamental que no ha implementado acciones eficaces para detener el proceso de desindustrialización. De hecho, la última década perdida se salda con 24.000 personas ocupadas menos en la industria gipuzkoana, 20.000 en la bizkaina, 10.000 en la alavesa y 12.000 en la navarra. Habiéndose dado una mayor pérdida de empleos hasta 2014, la mitad de los puestos de trabajo industriales se recuperaron en 2015 y 2016, inducidos por la demanda internacional, el relajo de la austeridad troikana y el bloqueo legislativo y gubernamental. En 2017 y 2018, sin embargo, la industria bizkaína ha vuelto a perder 16.000 puestos de trabajo, siempre según el INE, anulando buena parte de la recuperación en solo dos años, mientras que Navarra sumaba casi 8.000 empleos industriales adicionales en el mismo periodo. Las recientes caídas en Gipuzkoa y Araba han sido más moderadas, como también lo fue la mejora anterior.