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El gigante del comercio se instala en Trapagaran con su modelo de
salarios bajos, temporalidad y externalización. Los sindicatos anuncian
que le harán frente. SINDIKALAGENDA ekainak 22-27.
Amazon abre las puertas de su centro en Trapagaran, “a la conquista de los barrios obreros de la margen izquierda”.
El gigante del comercio en red se asienta en Bizkaia, agudizando la
crisis de modelo que vive la industria y el comercio tradicional del
territorio. La noticia puede parecer positiva, porque genera actividad y
empleo, pero consolida un modelo productivo nefasto para los intereses
de personas trabajadoras y empresas locales. Las prácticas laborales
asociadas a este modelo se sustentan en bajos salarios, contratos
temporales y a tiempo parcial y externalización abusiva, afectando en
especial a jóvenes y mujeres.
Amazon se ha instalado en 8.000 metros cuadrados de los antiguos terrenos de la Babcock Wilcox, empresa centenaria cerrada en 2011, gracias a la recalificación del Ayuntamiento y el apoyo del alcalde de Trapagaran. Tras años de desatención urbanística, la zona pasará a ser un centro empresarial que generará desplazamientos, necesidades de aparcamiento y servicios auxiliares. Amazon se caracteriza por un sistema productivo altamente automatizado, de trabajo flexible y estresante, suponiendo cambios importantes respecto al modelo laboral que anteriormente se ha desarrollado en la zona. El sindicato ELA ha manifestado que “no van a permitir que ninguna empresa aplique modelos precarios, y estará al servicio de las trabajadoras y trabajadores para organizarse y luchar contra ello”.
Amazon se ha instalado en 8.000 metros cuadrados de los antiguos terrenos de la Babcock Wilcox, empresa centenaria cerrada en 2011, gracias a la recalificación del Ayuntamiento y el apoyo del alcalde de Trapagaran. Tras años de desatención urbanística, la zona pasará a ser un centro empresarial que generará desplazamientos, necesidades de aparcamiento y servicios auxiliares. Amazon se caracteriza por un sistema productivo altamente automatizado, de trabajo flexible y estresante, suponiendo cambios importantes respecto al modelo laboral que anteriormente se ha desarrollado en la zona. El sindicato ELA ha manifestado que “no van a permitir que ninguna empresa aplique modelos precarios, y estará al servicio de las trabajadoras y trabajadores para organizarse y luchar contra ello”.
El modelo laboral de Amazon se basa en
trocear y fragmentar el empleo para dominar a la fuerza de trabajo
favoreciendo su mayor explotación. Su modus operandi es claro : mientras
la plantilla directa es sometida a una gran carga de trabajo y jornadas
excesivas con salarios bajos, la plantilla flotante de ETTs funciona
con contratos por días u horas. Además, de sustenta en el abuso de
figuras laborales fraudulentas, como los falsos autónomos.
El
sindicalismo vasco anuncia que no va a permitir abusos y está por ver si
los responsables políticos continúan del lado de la multinacional o si,
por el contrario, impulsan que la Inspección de Trabajo de Bizkaia
intervenga ante los desmanes del gigante global. En esa misma
orientación, el movimiento sindical y social de la comarca, se movilizó
el pasado sábado 14 de junio y por vigésimo año consecutivo, con la
“Marcha por Ezkerraldea” con el objetivo de denunciar el paro y la
precariedad laboral.
Comercio y servicios orientados al Capital
Comercio y servicios orientados al Capital
El permanente cierre de empresas industriales se ha traducido en la progresiva ubicación y apertura de empresas de servicios, sobretodo de gran distribución y eventos. Es un fenómeno que se ha dado en muchas ciudades industriales, por ejemplo, en Barcelona, donde la empresa de construcción ferroviaria La Maquinista hoy es un centro comercial con el mismo nombre. Lo mismo sucede con el Palacio de Congresos Euskalduna en Bilbao, edificado sobre los terrenos de la empresa naval otrora buque insignia de la industria local. Del mismo modo, sobre los terrenos de Altos Hornos de Vizcaya, en Barakaldo, se ubican en la actualidad el espacio para ocio y eventos Bilbao Exhibition Center, y los centros comerciales Mega Park y Max Center. Con esta recomposición sectorial de los usos del suelo, los mandatarios locales y forales dieron paso a la economía del evento y de la gran distribución, fuente de una incesante destrucción neta de empleo y de comercios tradicionales en todo el territorio.
El comercio local aporta vida a barrios, pueblos y ciudades, llena de gente los espacios públicos y da a lo urbano una personalidad propia.
El comercio no debería servir para fomentar el
consumismo o eventos diseñados para una finalidad capitalista, como
potencian los grandes centros comerciales, sino que debería poner a
disposición de la gente productos y servicios para la vida en su
concepción amplia. El comercio local aporta vida a barrios, pueblos y
ciudades, llena de gente los espacios públicos y da a lo urbano una
personalidad propia. Pero va más allá, también ofrece productos locales,
fortaleciendo circuitos de consumo de corto recorrido, más sociales y
ecológicos. Además, el comercio tradicional o especializado en nuevas
actividades, con su demanda ligada al territorio, genera más empleo, un
reparto más justo de excedentes y mejores horarios. Amazon es una nueva
vuelta de tuerca en el sentido contrario.
En las sociedades
capitalistas, los mercados, especialmente los de inversores, deciden
sobre la producción de acuerdo a criterios de rentabilidad más que
laborales o sociales. Pese a ello, el sector público puede intervenir a
través de sus empresas y su capacidad de política industrial. Cabe la
posibilidad, eso sí, de que rehúse hacerlo como ya ha pasado con el
cierre de La Naval en Sestao, desarticulando un sector de producción que será clave en un futuro de refuerzo de lo marítimo, una respuesta inevitable a la crisis energética y el colapso del nuestro modelo de civilización.
La
destrucción de la industria en Ezkerraldea no es una fatalidad del
destino, las administraciones vascas pueden aún impulsar una adquisición
de los activos industriales por medio de un fondo público. En paralelo,
podrían crear una empresa pública, desarrollando un plan de viabilidad
que recupere la carga de trabajo que tenía La Naval antes de entrar en
concurso. La segunda opción es que la empresa pública española Navantia
recupere la negociación de la draga y, alquilando a la administración
concursal las instalaciones del astillero, retome la actividad. El PNV y
el PSOE no han querido explorar ninguna de estas dos vías y han
mentido, diciendo que el problema se debía a limitaciones impuestas
desde Europa. La realidad es que es totalmente legal, de acuerdo con la
Unión Europea, la entrada pública en empresas privadas, siempre que
exista un plan de viabilidad para los siguientes 3 o 5 años. Y la Naval
lo tenía.
Desmantelamiento industrial de Ezkerraldea
Este último cierre de dramáticas consecuencias se suma a la larga lista de despropósitos empresariales y gubernamentales en la desarticulación de la industria,
también en Ezkerraldea. La Margen Izquierda del Nervión fue una gran
comarca industrial que alcanzó su cenit competitivo continental entre
1845 y 1890, desde la invención del proceso de refinado del acero
Bessemer. Para éste proceso hacía falta un hierro bajo en fósforo que
solo se encontraba de gran calidad y fácil accesibilidad en Meatzaldea,
cerca del mar, lo cual supuso una ventaja competitiva para Euskadi en
Europa, hasta la invención del proceso Martin-Siemens, que acabó con esa
ventaja para finales del siglo XIX.
Aún así, la industria de
Ezkerraldea siguió desarrollándose en la coyuntura económica y militar
europea, hasta la mal llamada reconversión de los años 80. En este
proceso de desmantelamiento industrial, guiado por el PSOE en el Estado y
por el PNV en las administraciones vascas, se desarticuló gran parte
del tejido productivo y del empleo. Y se hizo de acuerdo a intereses de
competencia internacional, deslocalización de inversiones, empleos y
suministro de materia prima. También se hizo siguiendo intereses
políticos, dejando de regular en favor de modelos de negocio que
buscaran innovar, diversificar y hallar nuevos nichos de actividad,
factores que habrían podido salvar los potenciales sociales y laborales
que tenían el tejido productivo y la clase trabajadora de la comarca.
Sin
embargo, las decisiones políticas de intervención fueron en una
dirección distinta, que condenó a la zona a un nuevo modelo de
producción de servicios, oligopolización de la distribución con los
centros comerciales y, sobre todo, emigración forzada de jóvenes y no
tan jóvenes que tuvieron que partir a buscarse la vida.
Tras
la crisis de 2008 y la posterior recuperación, la industria en Bizkaia
ha vuelto a perder 13.400 empleos desde el primer trimestre de 2017
al mismo periodo en 2019 (INE). La agricultura también ha perdido 5.000
empleos en el mismo periodo, mientras que los servicios han incrementado
en 24.400 empleos. En el caso de Ezkerraldea, la población ocupada
total ha pasado de 170.931 empleos en 2007 a 155.817 en 2017. Quizás el
dato más significativo sea la reducción del desempleo debido a una
reducción en la población. Entre 2015 a 2017 el desempleo baja en 6.726
personas, y la población se reduce en 2.022, lo que supone 5.104
personas menos como población activa. Esto arroja en la Margen Izquierda
unos resultados peores a la media de Euskadi, según el Informe de
resultados del Censo del Mercado de Trabajo 2017, del Departamento de
Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco.
Sestao es el único municipio vasco con una tasa de paro mayor al 20% -un 20,8%-, según datos recientes.
Las zonas de Euskalerria con mayor nivel de paro
pertenecen a Bizkaia, incluyendo los municipios de Santurtzi,
Portugalete, Sestao, Barakaldo y Bilbao, además de la comarca de
Encartaciones. Dentro de este grupo, superan el umbral del 15% los
municipios de Santurtzi y Bilbao. Sestao es el único municipio vasco con
una tasa de paro mayor al 20% -un 20,8%-, según datos recientes.
La
fragmentación del colectivo trabajador en empresas más flexibles, de
capital internacionalizado o desterritorializado y que tienen una
ingeniería fiscal y laboral sin parangón para pagar los menores salarios
e impuestos posibles, no hace sino degradar el modelo laboral allá
dónde se implantan, en este caso en Ezkerraldea. La ausencia de marcos
de negociación colectiva, trampeo de convenios, abuso de formas de
contratación y despido – gracias a las últimas reformas laborales– y
otros mecanismos, propios al sistema organizativo y de producción de
empresas como Amazon, implantan una nueva esclavitud. Las personas
trabajadoras y sus comunidades salen perjudicadas por la suplantación de
viejas actividades con arraigo local por empresas que minimizan sus
costes, corrompen gobiernos -el de Unai Rementeria en Bizkaia, por
ejemplo, abandera esta mutación- y maximizan su beneficio a costa de la
inseguridad permanente, la intensificación del trabajo y el
empobrecimiento generalizado de la población.
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