A continuación pongo el resumen de la comunicación al II Congreso de Trabajo, Economía y Sociedad de la Fundación 1º de Mayo que se celebrará en Madrid los próximos 22 y 23 de Octubre de 2015.
La crisis socioeconómica y las políticas neoliberales aplicadas en el Estado español han erosionado gravemente las condiciones de trabajo y vida de la población, así cómo también los modelos de intervención sindical en las empresas y sectores o en los cada vez más devaluados espacios de la llamada concertación social. Las políticas del Estado neoliberal, español y europeo en el marco capitalista, no garantizan perspectivas de vida dignas para las mayorías sociales lo que nos obliga a precisar alternativas fuertes al modelo económico y social vigente. En la presente comunicación proponemos sintetizar las bases para reforzar el papel del sindicalismo en la sociedad a la vez que asentar una serie de propuestas metodológicas a expandir para situar el sindicalismo cómo uno de los principales agentes del cambio de paradigma en política económica y laboral. La literatura especializada al respecto, apunta a una larga transformación de instrumentos y objetivos de la política económica con la que se ha asentado ese cambio de paradigma sin ruptura entre el keynesianismo y el neoliberalismo. Son precisas propuestas que no solo reviertan las políticas neoliberales y empresariales, sino que superen la perspectiva keynesiana de regulación capitalista para articular una orientación al cambio hacia un paradigma postcapitalista autogestionario, realmente sostenible en términos económicos, sociales y ecológicos1. En este sentido, en esta comunicación pretendemos esbozar un paradigma sociosindical en política económica y laboral. Para ello, desarrollaremos un esquema de tal paradigma en dos partes (o dimensiones).
La crisis socioeconómica y las políticas neoliberales aplicadas en el Estado español han erosionado gravemente las condiciones de trabajo y vida de la población, así cómo también los modelos de intervención sindical en las empresas y sectores o en los cada vez más devaluados espacios de la llamada concertación social. Las políticas del Estado neoliberal, español y europeo en el marco capitalista, no garantizan perspectivas de vida dignas para las mayorías sociales lo que nos obliga a precisar alternativas fuertes al modelo económico y social vigente. En la presente comunicación proponemos sintetizar las bases para reforzar el papel del sindicalismo en la sociedad a la vez que asentar una serie de propuestas metodológicas a expandir para situar el sindicalismo cómo uno de los principales agentes del cambio de paradigma en política económica y laboral. La literatura especializada al respecto, apunta a una larga transformación de instrumentos y objetivos de la política económica con la que se ha asentado ese cambio de paradigma sin ruptura entre el keynesianismo y el neoliberalismo. Son precisas propuestas que no solo reviertan las políticas neoliberales y empresariales, sino que superen la perspectiva keynesiana de regulación capitalista para articular una orientación al cambio hacia un paradigma postcapitalista autogestionario, realmente sostenible en términos económicos, sociales y ecológicos1. En este sentido, en esta comunicación pretendemos esbozar un paradigma sociosindical en política económica y laboral. Para ello, desarrollaremos un esquema de tal paradigma en dos partes (o dimensiones).
Una primera dimensión respecto
al incremento del control sindical y social en las actuales
instituciones económicas y de prestación de servicios comunitarios
(empresas, administraciones y servicios públicos). Para ello se
requiere por un lado de una ampliación de instrumentos y organismos
sindicales para tales fines. En paralelo, es precisa la promoción y
apoyo de instituciones socioeconómicas arraigadas en el territorio,
con participación de las clases trabajadoras y la sociedad civil
(finanzas y economía social, organizaciones sociales), orientadas a
los objetivos del cambio económico estableciendo las pertinentes
interrelaciones entre dichas instituciones y el movimiento sindical.
Estos instrumentos se basan en la construcción de bases de datos
empresariales y sectoriales2,
herramientas de análisis y planificación económica de las empresas
o administraciones3
y de la economía en general4,
estadísticas e indicadores para la posterior intervención en
ellos5,
etc. Esto supone su articulación instrumental como base para influir
en las principales políticas microeconomicas con repercusión
macroeconómica desde la intervención sindical en las empresas y
administraciones, así cómo en los territorios: política laboral6,
política de rentas7,
política fiscal y financiera8,
asentando con ello las bases de la política social, políticas
agrarias e industriales y de servicios9,
política monetaria10
y política exterior11.
En una segunda dimensión, es
preciso introducir en las políticas sindicales, en las propuestas de
negociación colectiva y de mayor control sindical y social de los
principales instrumentos de la política económica y laboral,
acciones y propuestas aplicables a nivel microeconomico y
mesoeconómico, que a su vez van tener una repercusión a nivel
macroeconomico. Dichas acciones y propuestas se pueden aplicar de
forma autónoma si bien subsidiariamente pueden servir de orientación
al cambio legislativo y de acción de gobierno en los diferentes
niveles de las instituciones parlamentarias. Dichas acciones y
propuestas se abordan como una “desestructuración" de las
políticas económicas, laborales y empresariales actuales, apuntando
a una orientación de políticas para una salida social de la crisis
en aquellos ámbitos necesarios para la calidad de vida y el empleo.
Se trata pues de “construir” las políticas económicas y
laborales a corto plazo desde abajo y desde el sindicalismo en el
sentido de articularlas para reorganizar la economía y el empleo
atenuando los impactos del ciclo económico capitalista para las
clases trabajadoras y promoviendo un modelo de desarrollo económico
social y comunitario sostenible, endógeno y autocentrado12.
1Existe
un amplio debate económico sobre modelos postcapitalistas
autogestionarios en términos sistémicos, de sistemas económicos
comparados, algunas de cuyas principales aportaciones se pueden
resumir en Arriola (2005) y Hahnel (2014).
2Ampliando
y concretando derechos de información económica y control
sindical. Recogiendo información mediante fichas de trabajo por
parte de secciones sindicales y responsables sindicales, datos de la
situación económico-financiera y productiva-organizativa de
empresas y administraciones, con un volcado y diagnóstico para las
mismas: ventas y producción, márgenes comerciales,
productividades, estructura de costes, gastos de personal y
distribución de rentas, resultados de explotación, estructura
financiera, margen de fraude, etc.
3Modelos
de análisis contable, económico y productivo para análisis
sindicales de la situación económica de las empresas. Modelos de
análisis y proyección del impacto de la negociación colectiva y
la acción sindical, estructuración y agregación de modelos de
planes de viabilidad y previsión empresarial.
4Modelos
de planificación económica, coordinación económica y proyección
económica.
5Mediciones
realistas ajustadas y territorializadas del empleo, las rentas, los
precios, los materiales y deshechos, etc.
6Control
y nivel de empleo, jornada y condiciones de trabajo, etc.
7Distribución
de rentas antes y después de cotizaciones e impuestos, control de
precios, etc.
8Control
sindical del fraude empresarial y de la Seguridad Social, control de
fondos de inversión económica, etc.
9Orientación
del cambio económico implementado sectorialmente y por ramas de
actividad.
10Regulación
de la oferta monetaria y tipo de interés. Gobernanza financiera.
11Balanza
de pagos y balanza comercial, tipo de cambio, aranceles y comercio
internacional, etc.
12Propuestas
cómo salarios mínimos y máximos, control de precios, reducción
de jornada laboral y reparto del empleo, orientación del consumo e
inversión económica de empresas y cooperativas, de consumo e
inversión pública con generación de demanda global en ámbitos de
infraestructuras, tanto económicas cómo sociales, desarrollo
agrícola para el abastecimiento de mercados territoriales de
proximidad, industrial enfocado a la sustitución de importaciones o
de servicios, explorando sectores emergentes y nuevos yacimientos de
empleo. Por último con creación de redes de economía alternativa
para una planificación económica de este desarrollo territorial
con tendencia a la desconexión de los sistemas de mercado
capitalista.
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