jueves, 26 de noviembre de 2009

La contrarreforma fiscal - Diagonal nº114

Publicado en el Periódico Diagonal nº 114 (Del 26 de noviembre al 9 de diciembre de 2009).

¿CÚANTO NOS COSTARÁ LA CONTRARREFORMA FISCAL?

En un contexto de crisis como el actual, el gobierno ha implementado en los Presupuestos Generales del Estado para 2010 medidas para reducir el déficit de las cuentas públicas. Estas medidas se toman de forma que no afecten demasiado a la patronal y en cambio seremos los trabajadores quienes paguemos esta crisis del capital, con paro, pobreza y… subida de impuestos.

Centrándonos en los que más nos afectan, tenemos el incremento del IVA que lo paga principalmente la clase trabajadora (recaudación de 5.150 millones de euros). El IVA se incrementa del 16% al 18% en su tipo general (la mayoría de productos y servicios), asimismo se incrementa del 7% al 8% el IVA reducido (alimentos en general excepto los básicos), quedando igual, al 4%, el tipo de IVA superreducido. Por otra parte el gobierno suprimirá totalmente la deducción de 400 euros lo que representa un incremento de igual cuantía del IRPF, penalizando a todos contribuyentes por igual y no sólo a las rentas más altas (recaudación de 5.700 millones de euros). Asimismo incrementarán los tipos impositivos del ahorro, del 18 al 19% hasta los 6.000 euros, y del 18% al 21% para las cantidades superiores. Teniendo en cuenta que la mayoría de los trabajadores no podemos ahorrar esta medida afectará principalmente a aquellos que tengan ingresos superiores y a los pocos ricos que no defrauden (recaudación de 800 millones de euros). A todo esto hay que sumarle que somos los trabajadores quienes pagamos normalmente los impuestos en este país en un 80% entre IVA e IRPF. Ahora con la crisis parece que toca pagar un poco más.

A diferencia de la subida que deberemos padecer los trabajadores, las empresas gozarán de un recorte impositivo. En principio se reducirá  el Impuesto de Sociedades del 25% al 20% para las PYME con menos de 25 empleados que no destruyan empleo (regalo de 700 millones de euros). Todo el mundo sabe que, además, los empresarios son la clase social que más defrauda, un 47% de lo evadido, y aproximadamente 71.156 millones de euros solo de IVA entre 2000 y 2008, según el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda. No se tocarán en ningún caso los impuestos a las SICAV (fondos de inversión de los multimillonarios) que tributan al ridículo 1%.
En resumen la contrarreforma fiscal implicará un desembolso de 11.650 millones de euros para el trabajo, y un regalo de 700 millones de euros para el capital. Según el Instituto Nacional de Estadística, de los 23 millones de población activa, 1.038.300 llevan la dirección de las empresas con asalariados, por lo tanto el impacto de la contrarreforma fiscal representa de media un incremento del desembolso por trabajador de 530’47 euros/año y por el contrario un regalo por empresario de -674’18 euros/año. Todo ello teniendo en cuenta el mínimo impacto que tendrá para quienes tienen salarios de vergüenza como los directivos, o los que se pueden subir su propio salario como los políticos.

Lluís Rodríguez, miembro de ICEA (http://iceautogestion.org).

martes, 15 de septiembre de 2009

Alternativas populares frente a la crisis: La economía política del pueblo trabajador

Reproduzco a continuación el séptimo épigrafe del artículo "Frente a la economía política del capital, la economía política de la clase trabajadora: Alternativas populares ante a la crisis capitalista en Argentina" del economista argentino Mariano Féliz, publicado en la Revista Herramienta nº2 (web) en septiembre de 2009. El articulo trata de sintetizar tipos de medidas para enfrentar la crisis económica de forma que la clase trabajadora pueda salir de ella menos perjudicada e incluso reforzada tal como desarrollamos en el artículo "Del anarcosindicalismo a la autogestión: propuestas ante la crisis en clave revolucionaria". Si bien se centra fundamentalmente en qué medidas de políticas públicas -del Estado- pueden ser favorables a la mayoría social, por su interés en el debate propositivo en política económica, laboral y social lo reproduzco a continuación.

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7. Alternativas populares frente a la crisis: La economía política del pueblo trabajador
 

Frente a la crisis de las ideologías del capital en tiempo de auge (el liberalismo) se fortalecen las posiciones desarrollistas que pretenden reubicar al viejo Estado (capitalista) en el centro del desarrollo (del capital). No hay novedad en esto. El par liberalismo–keynesianismo es parte de la artillería ideológica de los sectores dominantes pues no propone nada que cambie (de fondo) la dinámica de la crisis (las relaciones sociales que la sustentan y expanden) y proteja al conjunto del pueblo trabajador.

Este presente re–actualiza la necesidad de proponer e impulsar alternativas que apuntalen un cambio social profundo, frente a un sistema de producción social que siempre carga los costos de su desarrollo sobre el conjunto del pueblo. En consecuencia, cabría retomar el llamado de Rosa Luxemburgo sobre el dilema de nuestro tiempo “Socialismo o Barbarie” (Luxemburg, 1915), como consigna que remite a la actualidad de la revolución, de la necesidad de una acción práctica para impulsar un cambio social.

Cabe señalar que estas alternativas no pueden ser simplemente salidas teóricamente racionales sino que es clave tomarlas de las mismas propuestas que las organizaciones populares, el pueblo organizado, está elaborando e impulsando desde su acción cotidiana.

Las propuestas que se analizan a continuación, o variaciones de las mismas, son impulsadas en diversa medida y con diferente grado de detalle, por diferentes organizaciones sociales de la Argentina (entre ellas, el espacio Otro Camino para Superar la Crisis, el Frente Popular Darío Santillán, la Central de los Trabajadores Argentinos, etcétera).[19] Remitimos a las mismas ya que consideramos que la implementación de las medidas adecuadas a las necesidades del pueblo requieren la modificación de la correlación de fuerzas sociales y por ello suponen la movilización activa de las clases subordinadas junto a la factibilidad técnico–política de las medidas que abran el espacio para un, potencial, triunfo popular. En tanto provienen de los propios procesos de organización, práctica y reflexión del campo del pueblo, estas propuestas (junto a otras) intentan no sólo atacar determinados problemas prácticos sino que a su vez son medios para profundizar la organización popular, no meras imposiciones, intelectuales, desde arriba.[20] Son, de alguna manera, propuestas de políticas públicas desde abajo (Dinerstein, Deledicque y Contartese, 2007).

Estas opciones de políticas públicas pueden resumirse en tres ejes que apuntan a (a) contener los efectos de la crisis, (b) mejorar las condiciones de vida de los sectores populares reorientando los fondos públicos contracíclicos y (c) crear condiciones que aporten a la popular para la superación de la crisis, y el capital, como modalidad de desarrollo de la sociedad.
 

lunes, 15 de junio de 2009

Capitalismo y comunismo libertario a estudio - Tierra y Libertad nº 251

Reproduzco a continuación el artículo "Capitalismo y comunismo libertario a estudio" publicado en el Periódico Anarquista Tierra y Libertad nº 251 de junio de 2009. El artículo elaborado por el Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA), es una presentación y resumen del enfoque de dicha entidad.

Capitalismo y comunismo libertario a estudio

Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA)

Hace aproximadamente un año que se ha constituido el Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA), una entidad cultural de ámbito estado español que tiene por objetivo desarrollar actividades de docencia e investigación en economía política y autogestión con vistas a implantar el socialismo/comunismo libertario. Por ello la entidad se basa en los principios del asamblearismo, el federalismo, la solidaridad y el apoyo mutuo. No existe pues, el ánimo de lucro ni se recibe ninguna subvención del Estado. El ICEA toma como referente histórico la entidad que, con el nombre de “Institut de Ciencies Econòmiques de Catalunya” (ICEC), se creó en 1931 en la ciudad de Barcelona. Esa entidad organizó hasta 1939, cursos, conferencias y debates sobre temas económicos y sociales. Pretendemos entonces cubrir el vacío dejado por ella.

domingo, 24 de mayo de 2009

[Manifiesto] 40 destacados economistas norteamericanos firman una declaración a favor de la resindicalización de la vida económica

40 destacados economistas norteamericanos firman una declaración a favor de la resindicalización de la vida económica


Premios Nobel como Arrow, Sollow y Stiglitz, y otros 37 científicos sociales norteamericanos de primer nivel, como Dean Baker, James Galbraith, Brad De Long, Robert Frank, Richard Freeman, Frank Levy, Lawrence Michel y Robert Pollin, en apoyo de los sindicatos, de los trabajadores y de una nueva legislación que democratice la vida laboral en los EEUU. 

Aunque su colapso ha dominado la reciente cobertura de noticias por parte de los medios de comunicación, el sector financiero no es el único segmento de la economía estadounidense que atraviesa graves dificultades. Las instituciones que gobiernan el mercado de trabajo han fracasado también, generando la insólita e insana situación actual, en la que la remuneración horaria de los trabajadores norteamericanos se ha estancado, a pesar del incremento de su productividad.

En efecto: entre 2000 y 2007, el ingreso del hogar mediano en edad laboral cayó en 2.000 dólares, un desplome sin precedentes. En ese tiempo, prácticamente todo el crecimiento económico de la nación fue a parar a un reducido número de norteamericanos ricos. Una de las razones de peso que explican este paso que va de una prosperidad ampliamente compartida a una creciente desigualdad es la erosión de la capacidad de los trabajadores para organizarse sindicalmente y negociar colectivamente.

Una respuesta natural de los trabajadores incapaces de mejorar su situación económica es organizarse sindicalmente para negociar una participación más equitativa en los resultados de la economía, y ese deseo queda bien reflejado en encuestas recientes. Millones de trabajadores norteamericanos –más de la mitad de los que no tienen cargos ejecutivos— han dicho que desean la presencia de sindicatos en su puesto de trabajo. Sin embargo, sólo el 7,5% de los trabajadores del sector privado están ahora mismo representados por una organización sindical. Y en todo 2007, menos de 60.000 trabajadores lograron una posición sindical mediante elecciones sancionadas por el gobierno. ¿Qué es lo que explica tamaño hiato? 

El problema es que el proceso electoral supervisado por el Comité Nacional de Relaciones Laborales ha degenerado y se ha vuelto hostil, con feroces campañas de la patronal para prevenir la sindicalización, a veces hasta el punto de incurrir en flagrante violación de la legislación laboral. Los simpatizantes de los sindicatos son rutinariamente amenazados y aun despedidos, y tienen pocos recursos efectivos para defenderse legalmente. Y aun cuando los trabajadores logren superar esa presión y votar por la presencia sindical en sus puestos de trabajo, dada la resistencia de la patronal, una de cada tres veces son incapaces de lograr contratos.

Para remediar esa situación, el Congreso está reflexionando sobre la oportunidad de la Ley de Libertad de Elección de los Empleados (EFCA, por sus siglas en inglés). Esa ley cumpliría tres propósitos: en primer lugar, daría a los trabajadores o la oportunidad de usar un mecanismo de firmas mayoritarias –instituyendo un procedimiento sencillo para que los trabajadores pudieran indicar, con sólo estampar una firma, su apoyo a la presencia sindical en el puesto de trabajo—, o la puesta en marcha de unas elecciones supervisadas por el Comité Nacional de Relaciones Laborales; en segundo lugar, triplicaría el castigo para los empresarios que despiden a sindicalistas o violan otras leyes laborales; y en tercer lugar, crearía un proceso capaz de garantizar que se dé a los empleados recién sindicalizados una oportunidad justa para obtener un primer contrato, pudiendo acudir a un arbitraje tras 120 días de negociaciones infructuosas.

La EFCA reflejará mejor los deseos de los trabajadores que la actual “guerra en torno a la representación”. La Ley rebajará también los niveles de acrimonia y desconfianza que acompañan ahora a menudo las elecciones sindicales bajo el presente sistema.

Una marea creciente sólo levanta todos los botes cuando el trabajo y la patronal negocian en condiciones de relativa igualdad. En las últimas décadas, el grueso del poder negociador ha estado del lado de la patronal. La actual recesión seguirá debilitando la capacidad de los trabajadores para negociar individualmente. Más que nunca, los trabajadores necesitan actuar colectivamente.

La EFCA no es una panacea, pero restauraría cierto equilibrio en nuestros mercados laborales. Como economistas, creemos que es de vital importancia avanzar en la reconstrucción de nuestra vida económica y robustecer nuestra democracia fortaleciendo la voz del pueblo trabajador en el puesto de trabajo. 

Firman esta declaración: Henry J. Aaron, Brookings Institution; Katharine Abraham, University of Maryland; Philippe Aghion, Massachusetts Institute of Technology; Eileen Appelbaum, Rutgers University; Kenneth Arrow, Stanford University; Dean Baker, Center for Economic and Policy Research; Jagdish Bhagwati, Columbia University; Rebecca Blank, Brookings Institution; Joseph Blasi, Rutgers University; Alan S. Blinder, Princeton University; William A. Darity, Duke University; Brad DeLong, University of California/Berkeley; John DiNardo, University of Michigan; Henry Farber, Princeton University; Robert H. Frank, Cornell University; Richard Freeman, Harvard University; James K. Galbraith, University of Texas; Robert J. Gordon, Northwestern University; Heidi Hartmann, Institute for Women’s Policy Research; Lawrence Katz, Harvard University; Robert Lawrence, Harvard University; David Lee, Princeton University; Frank Levy, Massachusetts Institute of Technology; Lisa Lynch, Brandeis University; Ray Marshall, University of Texas; Lawrence Mishel, Economic Policy Institute; Robert Pollin, University of Massachusetts; William Rodgers, Rutgers University; Dani Rodrik, Harvard University; Jeffrey D. Sachs, Columbia University; Robert M. Solow, Massachusetts Institute of Technology; William Spriggs, Howard University; Joseph E. Stiglitz, Columbia University; Peter Temin, Massachusetts Institute of Technology; Mark Thoma, University of Oregon; Lester C. Thurow, Massachusetts Institute of Technology; Laura Tyson, University of California/Berkeley; Paula B. Voos, Rutgers University; David Weil, Boston University; Edward Wolff, New York University

Traducción para www.sinpermiso.info: Ricardo Timón

jueves, 16 de abril de 2009

Crisis económica y respuesta popular. Diagonal nº100

Publicado en Periódico Diagonal, nº100 del 16 al 29 de Abril 2009


Crisis económica y respuesta popular


El Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión plantea tres clases de medidas contra la crisis. 

Lluís Rodríguez, Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA).
 
 
Seguramente uno de los aspectos de la crisis más controvertidos y debatidos son las respuestas que se puede dar a la misma desde la clase trabajadora organizada y los movimientos sociales. Las causas de la crisis son complejas pero están claras. Por una parte, una caída de la rentabilidad del capital productivo y un desplazamiento de las inversiones hacia un sector financiero desregulado y volátil. Por otra parte, ya en el Estado español tenemos una caída del salario real agudizada por el incremento salvaje de los precios, así como un crecimiento desproporcionado de un sector clave en la economía como es la construcción, fruto de una estructura productiva desequilibrada con ínfimo peso de la industria. Es en base a estos parámetros que se puede buscar una respuesta a la crisis.


Desde el Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión creemos que el ajuste de la crisis no tenemos que pagarlo los trabajadores. En esta línea lanzamos una serie de propuestas para resolver la crisis a nuestro favor, dirigidas a que sirvan de guía de acción para sindicatos combativos y movimientos sociales.


Tres tipos de medidas


De entrada creemos que, como afectados por la crisis, es necesario asesorarse bien y organizarse para hacer frente a las consecuencias de la crisis. La búsqueda de soluciones individuales y la división de los trabajadores sólo favorecen los intereses de los capitalistas. Nuestras propuestas se establecen en torno a tres ejes que podemos denominar como reformistas, progresivas y transformadoras para ser aplicadas según la correlación de fuerzas. Las medidas reformistas se plantean como una forma de poner en jaque al Estado, para que se posicione y se adopten medidas a favor de la clase trabajadora después de tantos años adoptándolas en su contra. Estas medidas persiguen la redistribución de la renta y el aumento de la protección social. Un ejemplo de medidas reformistas es incrementar los impuestos a los empresarios y a los ricos. Las medidas progresivas persiguen fortalecer la posición del movimiento obrero en general, y de los sindicatos asamblearios en particular, cuestionando las estructuras jerárquicas de las demás organizaciones sindicales y favoreciendo el funcionamiento mediante asambleas y con un control permanente de las bases. Un ejemplo de estas medidas sería la eliminación de las ETT y el establecimiento de bolsas de trabajo controladas por los sindicatos.


Por último, las medidas transformadoras van encaminadas a sustituir la gestión a manos de los capitalistas y del Estado por otra dirigida por los trabajadores y la sociedad. Un ejemplo de medidas transformadoras sería la ocupación y autogestión de empresas ante un cierre.


Nuestras propuestas así, se englobarían en seis ámbitos que consideramos fundamentales para plantar cara: libertad sindical, paro, control de precios, redistribución de la renta, recuperación económica y gasto público. Por último, entendemos que aunque es necesario hacer propuestas hoy para resolver la situación de la mejor forma posible para los trabajadores, la única forma de acabar con la explotación, las clases sociales y las crisis económicas, es acabar con el capitalismo. Por lo tanto, estas medidas progresivas y transformadoras tienen que ser impuestas a la patronal según la correlación de fuerzas, sin perder nunca de vista el objetivo final de sustituir el capitalismo por un sistema económico basado en la autogestión obrera y social.

miércoles, 1 de abril de 2009

Trabajadores y deflación

Trabajadores y deflación

Lluís Rodríguez. Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA).

En los últimos meses se ha divulgado desde varios medios de comunicación la posibilidad de entrar en un período de deflación, es decir, de que se den tasas de variación negativas del índice general de precios (IPC). Es importante distinguir deflación de desinflación, puesto que la desinflación significa un crecimiento menor del IPC. Así pues, la deflación es el fenómeno opuesto a la inflación.

Por otra parte también conviene distinguir una caída de los precios asociada a los incrementos de productividad, en un contexto de crecimiento económico (deflación positiva), de una caída de precios en un contexto de crisis económica (deflación negativa). Si nos remitimos a los datos suministrados por los diferentes organismos, vemos que en los últimos meses la mayoría de países ricos y llamados emergentes han registrado caídas en los precios. Las más espectaculares lo han sido en los sectores de la energía, por la caída del precio del petróleo y de la construcción de vivienda, debido al pinchazo de las burbujas inmobiliarias. Ahora bien, no podemos hablar de deflación si no se da el fenómeno de la caída de los precios en el conjunto de la economía, y que ésta se prolongue al menos durante dos trimestres, según el Fondo Monetario Internacional. Si bien las diferentes previsiones de los organismos públicos o privados no prevén que entremos en deflación, sí que apuntan una caída de los precios que puede desembocar en esta situación. Los datos para España, según el Instituto Nacional de Estadística, son de un crecimiento general de los precios del 0,7% en febrero de 2009, un 0’8% en enero y un 2% en diciembre (la variación mensual en enero ha sido del -1,2% respecto a diciembre de 2008).

martes, 3 de marzo de 2009

Cuadernos del ICEA nº1. Crisis económica y resistencia obrera. La crisis mundial y sus efectos en España

Cuadernos del ICEA nº1. Crisis económica y resistencia obrera. La crisis mundial y sus efectos en España


Endika Alabort; Luis Buendía; Gaspar Fuster; Mario Obispo; Lluís Rodríguez

En este cuaderno se ha tratado de analizar las principales causas que derivaron en la actual crisis económica en España. Para ello empiezan repasando algunas de las teorías que explican las crisis capitalistas, pasando a continuación a revisar los acontecimientos que sirvieron de desencadenante de la crisis en su entorno internacional. Desde ahí, se estudian las especificidades en la economía española y se recogen las predicciones y las medidas puestas en marcha para la posible resolución de la crisis tanto por parte del Gobierno como por parte de la patronal y los sindicatos mayoritarios. Este Cuadernos termina haciendo un repaso de la capacidad organizativa de la clase trabajadora, lo que da pie a la propuesta que desde el ICEA se ha elaborado a modo de plan de choque para evitar que la crisis sirva para dar una vuelta de tuerca más en el empeoramiento de las condiciones de vida de la clase trabajadora.