El pasado lunes día 5, se hizo público un llamamiento internacional (que reproducimos aquí abajo) a favor de una enseñanza pluralista de la economía que ya ha sido apoyado por asociaciones de estudiantes de económicas de más de 22 países y por numerosos economistas de múltiples universidades internacionales. El manifiesto sigue la estela dejada por el Movimiento por una Economía Post-Autista
surgido en el año 2004 en Francia y que desde entonces se ha extendido a
lo largo y ancho del mundo. Desde el Consejo de Redacción de Economía Crítica y Crítica de la Economía queremos dar nuestro total apoyo a la
iniciativa y pediros que os unáis a ella dejando vuestra firma en este link.
—–
Llamamiento Internacional de Estudiantes de Económicas a Favor de una Enseñanza Pluralista
No es sólo la economía mundial la que está en crisis.
La enseñanza de la economía también está en crisis, y esta crisis tiene
consecuencias que van más allá de la universidad. Lo que se enseña en
la universidad moldea la mentalidad de las próximas generaciones de
políticos y, por tanto, da forma a la sociedad en que vivimos. Nosotros,
42 asociaciones de estudiantes de economía de 19 países diferentes,
creemos que es hora de reconsiderar la manera en que se enseña la
economía. Estamos insatisfechos con el empobrecimiento progresivo del
plan de estudios que ha tenido lugar a lo largo del último par de
décadas. Esta falta de diversidad intelectual no sólo perjudica a la
educación y a la investigación, sino que limita nuestra capacidad para
enfrentarnos a los retos del siglo veintiuno – desde la estabilidad
financiera hasta la seguridad alimentaria y el cambio climático. Hay que
dejar que el mundo real vuelva a entrar en las aulas, y que con él
vuelvan el debate y el pluralismo de teorías y métodos. Esto ayudaría a
renovar la disciplina y permitiría crear un espacio donde se puedan
generar soluciones a los problemas de la sociedad.
Desde todas las partes del mundo, llamamos a un cambio de rumbo.
No pretendemos tener la respuesta perfecta, pero no nos cabe duda de
que los estudiantes tendrán mucho que ganar con la presencia en los
planes de estudios de perspectivas e ideas diversas. El pluralismo no
sólo permitiría enriquecer la enseñanza y la investigación y revitalizar
la disciplina, sino que conlleva también la promesa de poner la
economía de nuevo al servicio de la sociedad. Los planes de estudio
deberán incluir tres formas de pluralismo: pluralismo de teorías,
métodos y disciplinas.
Pluralismo de teorías significa ampliar el rango de corrientes de pensamiento económico representadas en los planes de estudio.
No nos oponemos a ninguna teoría en particular. No se trata de tomar
partido, sino de promover debates intelectualmente ricos y de aprender a
contrastar ideas críticamente. Mientras otras disciplinas abrazan la
diversidad y enseñan teorías distintas aun cuando son incompatibles
entre sí, la economía es presentada como un cuerpo de conocimiento
unificado. Es cierto que la escuela de pensamiento dominante tiene
variaciones dentro de sí, pero no deja de ser una única manera de hacer
economía y de mirar al mundo. Esto es inaudito en otros campos: nadie
tomaría en serio una carrera de psicología en la que sólo se oyera
hablar de Freud, o una carrera de políticas en la que sólo se hablara de
socialismo de Estado. Un plan de estudios completo debe promover una
variedad de marcos teóricos, desde los enfoques neoclásicos
frecuentemente enseñados, hasta los enfoques frecuentemente excluidos,
tales como las escuelas clásicas, post-keynesianas, institucionalistas,
ecológicas, feministas, marxistas y austríacas, entre otras. La mayoría
de los estudiantes de económicas acaban la carrera sin haber visto
dicha diversidad intelectual.
Asimismo, es esencial que los
planes de estudios incluyan asignaturas que proporcionen una
contextualización y fomenten la reflexión sobre la disciplina económica y
sus métodos – asignaturas tales como la filosofía y
epistemología de la economía. Y, puesto que ninguna teoría puede
entenderse del todo sin tener en cuenta el contexto histórico en que fue
formulada, los estudiantes habrán de ser expuestos sistemáticamente a
la historia del pensamiento económico, a la literatura clásica y a la
historia económica. Hoy en día dichas asignaturas o no existen o están
relegadas a las márgenes de los planes de estudios.
Pluralismo metodológico
significa ampliar el rango de herramientas a disposición de los
estudiantes a la hora de analizar y entender fenómenos económicos.
Está claro que las matemáticas y la estadística son indispensables
para esta disciplina. Sin embargo, a menudo los estudiantes aprenden a
dominar estas técnicas sin saber por qué ni cómo utilizarlas, sin
discutir cómo se eligen las premisas ni hasta dónde son aplicables los
resultados. Es más, hay aspectos importantes de la economía que no
pueden ser aprehendidos mediante métodos cuantitativos exclusivamente;
un análisis en profundidad requerirá complementar estos métodos con los
utilizados por otras ciencias sociales. Por ejemplo, la comprensión de
las instituciones y la cultura avanzaría bastante si los análisis
cualitativos ocuparan mayor espacio en los planes de estudios. Sin
embargo, casi ningún estudiante de económicas cursa clases sobre estos
métodos.
Por último, la enseñanza de la
economía debe incluir enfoques interdisciplinarios y permitir a los
estudiantes interactuar con otras ciencias sociales y con las
humanidades. La economía es una ciencia social; los fenómenos
económicos son complejos y rara vez se pueden entender si se presentan
en el vacío, aislados de sus contextos sociológicos, políticos e
históricos. Y para poder discutir sobre política económica
adecuadamente, los estudiantes han de entender los impactos sociales y
las implicaciones morales de las decisiones económicas.
Aunque la puesta en práctica concreta de
tales formas de pluralismo variará sin duda de un lugar a otro, ideas
como las siguientes podrían ser de utilidad:
- la contratación de docentes e investigadores que puedan aportar diversidad teórica y metodológica a los planes de estudio;
- la creación de textos y otras herramientas pedagógicas que apoyen una oferta formativa pluralista;
- la formalización de colaboraciones entre departamentos de ciencias sociales y de humanidades, o el establecimiento de departamentos especiales que puedan supervisar programas interdisciplinarios que mezclen la economía y otros campos.
El cambio será difícil, siempre lo es.
Pero ya está sucediendo. De hecho, estudiantes de todo el mundo ya
hemos empezado a generar cambio poco a poco. Hemos llenado aulas con
charlas semanales a cargo de profesores invitados sobre temas ausentes
en los planes de estudio; hemos organizado grupos de lectura, talleres,
conferencias; hemos analizado los planes de estudio actuales y
elaborado programas alternativos; hemos empezado a enseñarnos a
nosotros mismos y a otros las nuevas asignaturas que queremos ver en
los planes de estudios; hemos fundado grupos universitarios y
construido redes tanto a nivel nacional como internacional.
El cambio habrá de venir de muchos lugares.
Así que ahora os invitamos – estudiantes, economistas y no economistas –
a uniros a nosotros y a crear la masa crítica necesaria para el
cambio. Visita www.isipe.net para
ponerte en contacto con nuestra creciente red. En última instancia, el
pluralismo en la economía es esencial para un debate público saludable.
Es una cuestión de democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario