La artista Núria Güell desvela con sus obras la capacidad del poder para generar patrones de obediencia.
A. Orihuela | Periódico CNT
El
trabajo de Nuria Güell se centra en analizar las contradicciones que
subyacen en las instituciones que nos gobiernan, poniendo en evidencia
lo que en realidad esconden, a saber, que el poder se estructura sobre
el abuso, la violencia y la falta absoluta de ética. Núria Güell
desvela, con su práctica artística, estas estrategias de control, la
capacidad del poder para generar patrones de obediencia y esquemas
conductuales sociales que, a veces, de sutiles nos pasan inadvertidos
hasta que no chocamos con ellos. Desde esta reflexión, Nuria Güel se
centra en su transgresión y puesta en evidencia. Hoy por hoy,
consideramos su trabajo de acción, entre lo más interesante que se está
haciendo en España dentro del mundo del arte.
Pregunta: En
una de tus acciones, diseñaste un simulacro que consistió en realizar
una llamada anónima a la policía advirtiéndoles que un grupo de
ciudadanos reunidos en el espacio público se comenzaba a organizar para
manifestarse. Lo que encontró la policía al llegar al lugar fue un grupo
de dianas como las que utilizan los comandos policiales en sus
entrenamientos de tiro, pero esta vez, representando al objetivo en
posición de resistencia pacífica. Toda esta operación se registró de
forma oculta en vídeo, y posteriormente fue colgada en un foro de debate
del Cuerpo Nacional de la Policía del Estado Español, junto a una serie
de leyes que definen las obligaciones de la policía ante la sociedad y
la Constitución. ¿Qué reacciones suscitó entre la gente que contempló la
acción y luego en la web de la policía esta acción?
Respuesta: 54mm es
una acción que realicé conjuntamente con el artista cubano Levi Orta en
la que nos interesaba repensar la responsabilidad de los agentes
policiales ante unos cambios del Código Penal que reducen el derecho a
manifestación de los ciudadanos así como ante el uso represor del cuerpo
policial que el gobierno ha realizado en las últimas manifestaciones.
Es sabido que aterrorizar a la población es un método eficaz para
disuadirla de su participación política. Por cuestiones operativas
pusimos las dianas lo más rápido posible y evité mirar a los ojos a
cualquier transeúnte que luego pudiera reconocernos como los autores de
la acción, por lo que no me fijé en la reacción de la gente. Lo que nos
interesaba era la reacción de los agentes policiales ante la llamada que
les notificaba que había un grupo de gente reuniéndose en una plaza.
Los agentes, ante esa llamada no deberían haber acudido al lugar ya que
el derecho a reunión está tipificado en la Constitución. Nuestro interés
central con la acción era interpelar a los agentes en el chat de
policías sobre su responsabilidad ante esos cambios en el Código Penal.
Su respuesta fue “expulsión definitiva” del foro, vaya, nos dejaron
claro su posicionamiento ante una propuesta de dialogo. Aunque las
reacciones más reveladoras son las de ciudadanos que en la red se han
manifestado sobre los cambios del Código Penal a los que se refiere el
vídeo. Constatan el fascismo social que desgraciadamente reina en
España, pero lo peor no son estas milicias fascistas, sino que este
fascismo está en el Congreso de los Diputados y que usan el peso de la
ley para legitimarlo. Aquí algunos de los comentarios: “Estas medidas
se quedan cortas. Echémosles de España y quitaremos el cáncer que nos
mata.” “Los policías es que no dan más palos por miedo a que los
expedienten. Aquí en España hace falta ya un Franco, verías como esto no
pasaba” “Habría que dar mano libre a la policía para que repartiese
estopa a placer entre toda esa colección de perros adiestrados y los
imbéciles del videíto.”