Parecon y autogestión. Entrevista con Michael Albert
El pasado 13 de octubre se celebró en Barcelona la conferencia debate
titulada "Parecon: la vida después del capitalismo", a la que asistió
como ponente Michael Albert. Tuvimos la oportunidad de poder hacerle una
entrevista via mail previa a su llegada de la cual, por razones de
espacio, sólo hemos publicado en la sección de economía del Periódico
CNT una selección de todas las preguntas. En las siguientes líneas se
puede leer la versión íntegra de la entrevista.
Preguntas: Redacción de Economía. Traducción: Victor Méndez y Jon
Las Heras. Para contactar con la sección: economia@periodico.cnt.es
En la historia existen pocos autores anarquistas que se
hayan dedicado a analizar los aspectos económicos de la sociedad.
¿Cuáles crees que han sido las aportaciones más relevantes de los
anarquistas al pensamiento económico?
Creo que la principal contribución de los anarquistas a la economía,
es su deseo de reducir la jerarquía al mínimo y en su lugar, aumentar la
participación consciente y la autogestión. Estos objetivos deberían
guiar cualquier pensamiento razonable sobre la economía, o sobre
cualquier otro fenómeno social.
Otra contribución anarquista ha sido su atención al papel de la
división entre clases no derivada de la propiedad. Bakunin y otros
fueron fundamentales, creo, para ayudar a comprender que una división
del trabajo que otorga a una minoría un monopolio laboral transmisor de
influencia, habilidades sociales, iniciativa y confianza, en tanto que
la mayoría solo realiza un trabajo sin alicientes que requiere
mayormente obediencia a la vez que la disminución de las habilidades
sociales y la confianza en uno mismo, hace que el primer grupo, que
llamo la clase coordinadora, domine al segundo, la clase trabajadora.
Para entender los intereses de clase como una fuerza motriz en el cambio
económico se requiere que uno destaque no solo dos clases – capitalista
y trabajadora – sino tres, capitalista, trabajadora, y, entre ellas, la
clase coordinadora, no menos porque los coordinadores pueden
convertirse en la clase dominante en lo que ha sido llamado socialismo
de mercado o de planificación central, pero que debería haber sido
llamado coordinarismo.
Finalmente, creo que el trabajo de Kropotkin sobre el apoyo mutuo y
también con respecto a las virtudes intrínsecas del trabajo, puede
ayudarnos a comprender cómo los mercados atacan a lo social así como el
mecanismo de distribución alternativo necesario para fomentar, en su
lugar, el apoyo mutuo. Es asimismo útil para entender el impacto de las
divisiones del trabajo contemporáneo y esclarecer qué se requerirá para
tener relaciones económicas equitativas e incentivos económicos
razonables.