En el periódico Solidaridad Obrera nº347 (enero-febrero 2011) se incluye un artículo de Lluís Rodríguez,
economista y miembro de ICEA, sobre la reforma laboral aprobada por el
gobierno y que va a suponer incrementar la precariedad laboral asi como
reducir los salarios a la mayoría de los trabajadores.
Contrarreforma del mercado de trabajo en España: un análisis económico y laboral
Lluís Rodríguez1
La contrarreforma laboral en España2
se inserta dentro de un conjunto de políticas de ajuste neoliberal ante
la situación de crisis que está padeciendo este país. Anteriormente a
esta contrarreforma se han aplicado medidas como la subida de impuestos
indirectos (IVA) que grava de nuevo a la clase trabajadora y
desincentiva el consumo, el recorte presupuestario en general
(infraestructuras, servicios públicos) que impide la creación de empleo
neto en estos ámbitos y más particularmente el recorte de salarios a los
empleados públicos. Asimismo está contrarreforma laboral tendrá
continuidad con otras que ya se están planteando, como la de las
pensiones o la de la negociación colectiva. Todo ello con el objetivo de
atacar de nuevo el salario en todas sus dimensiones: directo (salario
real), indirecto (sanidad, educación, etc) y diferido (pensiones),
imponiéndose poco a poco la dictadura del capital.
En
lo que respecta a la contrarreforma del mercado de trabajo, ya en su
preámbulo se evidencia el sesgo pro-empresarial que tiene. Por un lado,
parte de un análisis liberal al uso analizando la “dualidad” del
mercado laboral, con trabajadores fijos con buenos salarios por un lado y
temporales-precarios con bajos salarios por otro. El argumento falaz
que se esgrime es que la rigidez de los fijos perpetúa la precariedad de
los temporales3.
En el preámbulo se explica como se trata de limitar la temporalidad
pero lo que de verdad persigue la reforma, rebajando la indemnización
por despido, es extender esta precariedad a todos los trabajadores
facilitando la sustitución de contratos fijos por temporales. Por otro
lado aun reconociendo el texto que la crisis tiene su fundamento en la
estructura económica española y el sistema financiero, el gobierno
plantea principalmente la falacia de atacar a la regulación laboral como
vía para crear empleo e incrementar la productividad. Precisamente
buenos salarios y estabilidad contractual -en particular en el sector
privado- son la base para un aumento de la productividad, y con ello, de
la competitividad del país como se demuestra a nivel europeo.