martes, 30 de abril de 2013

Es necesidad, pura higiene...

"Y con las cosas del poder, yo estoy enfrente...”. Se acerca un nuevo primero de mayo y Es solo la necesidad, la canción de Doctor Deseo, ese grupo musical bilbaíno, nos puede servir como banda sonora para el presente relato.


El contexto en el Estado español, un año más, es el de crisis económica capitalista con aplicación de políticas enfrentadas a las personas trabajadoras -pasadas, presentes o futuras- y su modo de subsistencia. Que la crisis la está pagando la mayoría de la población no hay ninguna duda. Los costes se están aplicando con disminución o pérdida de salarios y pensiones, empeoramiento de condiciones de trabajo, pérdida de bienes de primera necesidad como puede ser la vivienda, o paulatina eliminación de la faceta de protección social que sustentaba hasta no hace mucho la legitimación del Estado capitalista. Los entramados del poder capitalista y financiero están promoviendo un duro castigo contra la mayoría, por el simple motivo de mantener sus privilegios a la vez que legitiman estas actuaciones desde sus aparatos políticos, profesionales, mediáticos y represivos.



Las reacciones que se están sucediendo en los ultimos trimestres, si bien no correlacionan con las cifras de caída de la actividad económica o desempleo, sí lo hacen con algo más fundamenal quizás: el agravio que supone la prepotencia de los poderosos.



Confrontación



Estas reacciones se están mostrando como una auténtica confrontación al poder constituido, y se materializan no solo contra el papel de los partidos y los políticos o el sindicalismo domesticado, sino también de la judicatura, los massmedia y cómo no las instituciones económicas del régimen y las fuerzas de represión del Estado.



Necesidad de sobrevivir



Todas aquellas instituciones y personas que por acción u omisión detentan el poder para imponer sus condiciones perjudicando a la mayoría, se están situando en el punto de mira de esta mayoría. Estas reacciones no són nada más que la necesidad social de supervivencia y dignidad. Las estructuras estatales y políticas capitalistas són un cáncer que atacan los organos vitales del cuerpo social. Éste cáncer sin embargo no está afectando la capacidad social de oponerse a las formas de poder que nos han llevado y mantienen en esta situación. Deviene pues una necesidad social oponerse a la autoridad y la dominación.



La oposición al poder capitalista y la generación de alternativas de democracia directa y autogestión económica es una constante de la historia social. Tal como declaró Albert Parsons, uno de los mártires de Chicago antes de ser asesinado en el contexto de la lucha por las 8 horas de trabajo y la huelga general del 1º de Mayo, "el principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. la sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme."



Efectivamente Albert Parsons estuvo enfrente de las cosas del poder. Recordar los mártires de Chicago nos ayuda a recordar también que esto es sólo la necesidad, es pura higiene.

 


Lluís Rodríguez Algans. Economista y miembro del Intituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA).


Publicado en la edición impresa del Periódico Diagonal nº 197 del 2 de Mayo de 2013 al 15 de Mayo de 2013.

sábado, 6 de abril de 2013

Figueres, la Gernika de Catalunya

Notícia del diari Público sobre una part de la història de Figueres i de les seves habitants.

Ni oblit ni perdó.

 

La ciudad catalana fue bombardeada hasta en 18 ocasiones entre 1938 y 1939. Se estima que la aviación franquista asesinó a más de 300 personas y destruyó el 26% de los edificios de la localidad, sede de la última sesión de las Cortes republicanas.

 

“En mi vida había visto cosa igual. Montones de gente muerta, cadáveres destrozados, pelos y vestidos colgados de los árboles y cuerpos decapitados. El día siguiente también fue dramático. Los cadáveres se amontonaban en el cementerio para su entierro”. Con estas palabras, el alcalde de Figueres entre noviembre de 1937 y mayo de 1938, Ricard Martín Serra, describió el estado de la ciudad tras el bombardeo sufrido por el bando franquista el 23 de febrero de 1938 con la inestimable ayuda de la Legión Cóndor y la aviación italiana.