Ha fallecido Javier Nagore, abogado de CNT en Bilbao
La noche del 25 de marzo
falleció en Bilbao, en su casa y de forma inesperada a causa de una
neumonía, el abogado de CNT en Bilbao -y afiliado a este sindicato-
Gerardo Javier Nagore Gómez, a la edad de 60 años. El compañero había
nacido en Bilbao el 2 de febrero de 1953.
Javier Nagore comenzó a ejercer como abogado de CNT hacia 1994. Se
afilió a la Federación local bilbaína en julio de ese mismo año. Fue un
excelente abogado, muy serio y experimentado, que sabía valorar tanto la
justicia de cada una de las demandas que atendía como las posibilidades
legales de ganarlas. En estos 20 años desempeñó una gran labor jurídica
al servicio de esta organización y de las y los trabajadores, afiliados
o no, que acudieron a su despacho. También ha sido importante su
contribución al conjunto de CNT a nivel del Estado español, como por
ejemplo en el capítulo de la formación jurídica o en la defensa de los
encausados en acciones reivindicativas del patrimonio histórico y
sindical.
Pero, por encima de su profesionalidad, hay que destacar la
personalidad del compañero: su cercanía, franqueza, modestia, cultura y
su facundia. A Javier le interesaba mucho conocer en profundidad a las
personas que trataba. Por eso, en su despacho no existía el tiempo. Los
modestos honorarios que percibía del sindicato no eran lo más importante
y por ello, dedicó muchas más horas al trabajo que las remuneradas. En
él primaba su vocación de servicio en defensa de los más desfavorecidos,
tanto en el despacho de CNT como en el suyo particular. Su altruismo y
generosidad son tanto más reseñables cuanto que procedía de una familia
adinerada y conservadora.
Otras cualidades notables, aparte de su honda sensibilidad social,
eran su perseverancia, capacidad de sacrificio y entrega apasionada en
casos de flagrante injusticia, lo que a veces le ocasionaba un gran
desgaste físico y psíquico. Así sucedió con el sonado caso de las
tiendas “Fancy” al que dedicó muchos años. Pasaba muchas noches y días
de fiesta sólo en el local, dándole vueltas a los expedientes y libros
de leyes. Recordamos su entretenida conversación y su gusto por la
polémica. Era una persona muy culta, que disfrutaba, en su escaso tiempo
de ocio, del cine, la música y la lectura, sobre todo de libros de
temática social y filosófica.
En CNT no desarrolló el tipo de militancia acostumbrado. Su labor la
llevó a cabo en despachos y juzgados. No obstante, con cierta frecuencia
asistía a los actos confederales -manifestaciones, charlas,
excursiones, etcétera- y en distintas ocasiones impartió cursillos de
jurídica. No se consideraba anarquista ni anarcosindicalista. Más bien
defendía la senda de la socialdemocracia, el avance del derecho y del
Estado del Bienestar. Ante todo era un humanista que creía en el
progreso del género humano hacia mayores cotas de cultura, bienestar y
libertad. En la Confederación encontró la plataforma y libertad de
acción necesarias para dedicar su vida a los más desprotegidos, que casi
siempre suelen ser los trabajadores y trabajadoras. Su pérdida deja un
vacío difícil de llenar.
El funeral religioso -dispuesto por la familia- tuvo lugar en la
iglesia parroquial Santa María, de Iturribide, el día 27 a las 7 de la
tarde, ignorando además el ofrecimiento de nuestra organización de
prepararle la despedida que se merecía. No obstante, se realizará un
homenaje en su honor en fechas próximas.